Vanderlei Luxemburgo es una de las primeras víctimas del ajuste de presupuesto que encaró el nuevo dueño del Cruzeiro, el exfutbolista Ronaldo. Luxemburgo y su cuerpo técnico habían renovado el contrato hasta 2023 con el anterior presidente, pero fue antes de que Ronaldo comprara las acciones de la Sociedad Anónima hace una semana.
Este martes el club anunció la salida del experimentado entrenador.
Además del cuerpo técnico, también fue retirado de su cargo el director de fútbol Alexandre Mattos, quien tenía un sueldo superior al techo de gastos previstos por la nueva administración.
Cruzeiro competirá en 2022 por tercer año consecutivo en la Segunda División del Campeonato Brasileño.
Ronaldo prometió invertir US$ 70 millones en la negociación que adquirió el 90% de las acciones del club donde él surgió como futbolista profesional. El nuevo administrador se hace cargo del club en un escenario de crisis financiera, viviendo la peor etapa de su historia de 101 años.
Según informes de prensa, el club de Minas Gerais tiene una deuda acumulada cercana a los US$ 177 millones, una realidad muy diferente a la que encontró Ronaldo en Real Valladolid en 2018, cuando lo compró por € 30 millones y la deuda del club español era de € 25 millones.
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