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El gobierno va por más clases: primero obligatoriedad, después menos distancia
Luego de que la problemática de la poca presencialidad en escuelas públicas quedó en el tapete, el presidente de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Robert Silva, y el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, anunciaron el plan del gobierno para atacar esta dificultad: a partir del martes 13 de octubre la asistencia volverá a ser obligatoria y luego, cuando descienda la cantidad de casos activos y las autoridades sanitarias lo consideren “oportuno”, se flexibilizará la exigencia del distanciamiento físico para que todos los centros puedan volver a una asistencia total.
La asistencia a clases, hasta el momento, era voluntaria y lo seguirá siendo para aquellos alumnos que estén dentro de la población de riesgo, los únicos exceptuados de la obligatoriedad.
"Se mantienen los protocolos sanitarios y por eso se convocan a los alumnos en las condiciones que cada centro determinó para asegurar el distanciamiento. Se va a pedir que sea una concurrencia obligatoria, porque algunos centros, al ser no obligatoria, aún con las distancias, tienen una concurrencia baja", sostuvo Salinas en conferencia de prensa, con respecto a la primera fase de este regreso total a la educación.
Este primer paso podrá mover un poco la aguja, pero solo un poco: los alumnos de las escuelas públicas comunes, que en el mes de setiembre fueron un promedio de 8 días a clases, según datos del sistema informático GURI, a los que accedió El País días atrás, podrán pasar a ir unos 12 días al mes, ya que según el cronograma fijado van tres veces por semana a las aulas.
¿Por qué los centros educativos no pueden ya a partir del 13 de octubre volver a tener clases todos los días y en todo el horario como lo hacen muchos colegios privados? Porque no tienen la infraestructura necesaria para tener clases contemplando la exigencia del distanciamiento físico entre los alumnos que establece el protocolo, y que permanece vigente. Y las autoridades sanitarias, por ahora, no quieren que se flexibilice esa medida.
Salinas dijo este miércoles en el interior del país que cree que "hay que elegir un mejor momento para una mayor apertura" en las escuelas y liceos. El ministro entiende que la ANEP ha hecho "mérito" por una mayor presencialidad, pero considera que el problema es de "oportunidad". Según dijo, estima que en los próximos días "se va a pasar de los 300 casos o un poquito más arriba". Este jueves el Sistema Nacional de Emergencias (Sinae) reportó 273 casos activos.
Pero como el problema es, justamente, de “oportunidad”, dejó en claro que más adelante, cuando desciendan los casos activos y la situación epidemiológica del país lo permita, el gobierno irá por una “segunda etapa”: se flexibilizará la exigencia del distanciamiento físico en los salones para que todos los centros educativos del país puedan volver a una asistencia completa, todo el horario. Cuando eso ocurra, se exigirá mayor ventilación y un uso más estricto de mascarillas para contrarrestar, dijo Salinas.
En el interior del país, más temprano, el secretario de Estado había tirado algunas pistas de cómo podría ser este regreso sin distanciamiento. "Quizás hagamos como al principio que se comenzó por zonas rurales, ir por zonas seguras y avanzar a zonas de mayor riesgo", contó.
El ministro aclaró que "se va a estar en un ida y vuelta permanente entre las autoridades de la educación" para ir evaluando la situación pero que apuestan "a una mayor presencia con la obligatoriedad y a un mejor desarrollo neurocognitivo porque no solamente es el aprendizaje de la currícula sino también la interacción social para que los niños sigan progresando intelectualmente".
