El horror se apodera de Kabul en nuevo atentado con 100 muertos

Kabul continuaba de luto este domingo, apenas un día después del atentado consumado por combatientes talibanes con una ambulancia bomba que dejó un saldo de más de 100 muertos y 200 heridos. Este fue el segundo ataque ocurrido en la capital afgana en solo una semana.

Un suicida hizo detonar el vehículo lleno de explosivos en la parte exterior de la antigua sede del Ministerio del Interior de Afganistán.

La presidencia decretó "jornada de duelo nacional" el domingo, y este lunes se declaró día no laborable para que la ciudad pueda "ocuparse de los heridos".

Además, se reforzó la cantidad de policías en los puestos de control y hasta este domingo tanto la zona del atentado como un amplio perímetro a su alrededor continuaban totalmente acordonados.

El último balance de víctimas divulgado este domingo por el Ministro del Interior elevó a 103 el número de muertos y a 235 el número de heridos. Las cifras iniciales divulgadas por las autoridades mencionaban 95 muertos y 191 heridos.

El ministro del Interior, Wais Ahmad Barmak, dijo que algunos de los cuerpos de las víctimas quedaron irreconocibles, por lo que se continúa trabajando en su identificación.

La explosión de la ambulancia bomba, que fue inmediatamente reivindicada por los talibanes, sembró el pánico en un barrio muy concurrido que se supone es de los más protegidos de la ciudad.

Esa zona de Kabul es sede de numerosas instituciones oficiales, entre ellas el Ministerio del Interior, una delegación de la Unión Europea, el centro de secundaria Malalai, la oficina del Alto Consejo para la Paz, así como las embajadas de India y Suecia.

El atentado ocurrido este sábado fue uno de los más mortíferos en la capital afgana en los últimos años y el tercero en ocho días, después del ataque contra el hotel Intercontinental del 20 de enero y el ocurrido en la sede de Save the Children en Jalalabad (este), el pasado miércoles.

El país se encuentra en alerta máxima desde hace unos diez días, según indicó una fuente de seguridad occidental.

Los extranjeros son blanco habitual de las amenazas, al igual que los lugares que frecuentan. Además, por precaución, se determinó que el personal de la mayoría de embajadas y la sede de la ONU quede confinado en las oficinas hasta nuevo aviso.

A través de las redes sociales, se señaló con insistencia al vecino Pakistán, al que se acusa de financiar y cobijar a los talibanes y también a la red Haqqani, que forma parte del movimiento talibán y a la que un vocero gubernamental consideró responsable del atentado.