El Instituto Español de Oceanografía (IEO) descubrió en los fondos de isla de La Graciosa, en Canarias, un importante yacimiento de fósiles del mayor depredador marino que existió, el "megalodón", un tiburón extinguido hace dos millones de años.
El yacimiento fue hallado al pie de una montaña submarina, a unos mil metros de profundidad, durante una campaña de investigación marina, informó el lunes el IEO mediante un comunicado.
Los responsables del descubrimiento destacan que se trata de "un acontecimiento de gran relevancia científica", ya que estos fósiles "demuestran que en esa época vivió, cazó y se reprodujo en estas aguas el mayor depredador marino de todos los tiempos, el
Otodus Megaselachus Megalodon", un tiburón que llegaba a medir 20 metros de largo y a pesar 100 toneladas.
El megalodón vivió aproximadamente desde hace veinte millones de años, en el Mioceno, hasta hace dos 2 millones, en el Plioceno.
Un tiburón cosmopolita
Por el tipo de dientes, los científicos piensan que se alimentaba de grandes presas, como ballenas, delfines, focas u otros mamíferos marinos, así como de grandes peces y tortugas.
Fue una especie cosmopolita, presente en todos los océanos, y un gran migrador, según el IEO.
El hallazgo de los restos en Canarias se produjo en octubre de 2012, cuando su buque oceanográfico "Ángeles Alvariño" descubrió un yacimiento con fósiles de otros tiburones extintos, de ballenas y de un sirénido, nombre que aglutina a
mamíferos marinos del tipo manatí, aunque su identificación se logró recientemente.
Los científicos determinaron finalmente que 15 piezas dentarias eran restos de este tiburón gigante, el mayor depredador marino de todos los tiempos.