Nacional > MLN
El otro “traidor” tupamaro del que casi nadie se acuerda
Antes amigos íntimos y ahora enemigos irreconciliables, Héctor Amodio Pérez y Jorge Zabalza coinciden en al menos en una cosa: fue el extupamaro Mario Píriz Budes quien entregó a las Fuerzas Armadas la mayor cantidad de información sobre el accionar de la guerrilla y, por tanto, se convirtió en uno de los principales responsables de la desarticulación del Movimiento de Liberación Nacional (MLN).
Sin embargo, este hombre que durante años vivió a la sombra de la leyenda de Amodio, y que ahora vive tranquilamente en un barrio apartado de la ciudad de Rivera, tiene su propia versión de los hechos.
Píriz Budes ingresó en 1968 al movimiento guerrillero cuando tenía 21 años y dos años después ya estaba al frente de una de las principales columnas del interior del país. Cuando cayó detenido, fue interrogado por el coronel Ramón Trabal y a él le entregó un organigrama del funcionamiento del MLN. Más que dar nombres, lo que hizo Píriz Budes fue explicarle a los militares cómo funcionaba la guerrilla, dijeron a El Observador allegados al extupamaro que ahora milita en el grupo colorado Propuesta Batllista (Proba).
Es más, las fuentes señalan que fue el propio Píriz Budes el que alertó a los militares acerca de que Pascasio Báez había sido eliminado. “Eso fue lo que más molestó a los tupamaros. La información de ese hecho fue un golpe ético e ideológico a la guerrilla. Y, a Píriz Budes, la muerte de Pascasio fue lo que lo terminó de decidir para tomar distancia de la organización. Él estuvo resistiendo hasta que le fue posible”, señaló un allegado.
Sin embargo, en su carta número 1 publicada por El Observador, Amodio dice lo siguiente sobre Píriz Budes: “Todo el MLN estaba en el aire, a punto de derrumbarse. Quien había integrado el Ejecutivo hasta la debacle interna del mes de marzo, Píriz Budes, es detenido a finales de abril, pero el MLN no se enteró hasta una semana después. En esa semana llegó a un acuerdo con el coronel Trabal, jefe del Servicio de Inteligencia Militar, y puso en su conocimiento el organigrama completo de la Organización, entregó los locales y a los militantes que conocía, realizó informes acerca de las personalidades de los tupamaros más destacados, hombres y mujeres, informó acerca de los contactos con políticos, tanto uruguayos como del extranjero, y elaboró un listado con los nombres y/o seudónimos y grupos al que pertenecían los responsables de las acciones más relevantes”. Cuando a Zabalza le preguntan quién fue el que mató Pascasio Báez, contesta que no sabe quién apretó el gatillo, pero dice que el que tomó la decisión fe Píriz Budes.
Tatuceras
Píriz Budes nació en Durazno, pero vivió casi toda su vida en Rivera, a donde volvió cuando retornó a Uruguay. Ingresó al MLN a finales de 1968 con 21 años –luego de militar en el Partido Socialista– y lo abandonó a principios de 1972. Era el hombre más joven de los que integraban el Ejecutivo del MLN y encabezaba una de las columnas del interior del país.
Según las fuentes, Píriz Budes se sintió traicionado antes de traicionar. Cuando empezó a hablar, ya su nombre había sido entregado por otros compañeros y habían caído buena parte de los berretines y de las tatuceras, dicen sus allegados. Y cuando se enteró de que habían liquidado a Báez, le pasó la información a Trabal. Eso, afirman, fue “un golpe mortal” para la credibilidad del movimiento tupamaro. El 20 de junio de 1972, las Fuerzas Armadas descubrieron el cadáver del peón rural.
Los “guerrilleros románticos” comenzaban a mancharse las manos de sangre, la represión de las Fuerzas Armadas era cada vez más sangrienta y el país se dirigía a la más larga dictadura de su historia.
Píriz Budes vivió escondido varios años en Paraguay, a donde llegó gracias al salvoconducto de los militares, y volvió al país en 1993 para radicarse en el mismo barrio periférico de Rivera en donde transcurrió su adolescencia. Desde entonces ha guardado un profundo silencio.
