El Pentágono advierte sobre el crecimiento del poderío nuclear chino

El informe publicado este jueves también advierte que China podría estar investigando un nuevo sistema de misiles intercontinentales que utilizan armas convencionales que, si se implementa, permitiría a Beijing “amenazar con ataques convencionales contra objetivos en los Estados Unidos continentales, Hawaii y Alaska”.

El informe llega un mes antes de la esperada reunión entre Xi Jinping y el presidente Biden al margen de la cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico del próximo mes en San Francisco.

El informe es un requerimiento anual del Congreso, mediante el que se miden las crecientes capacidades militares de China, a las que el gobierno de Estados Unidos considera su principal amenaza en la región y el principal desafío de seguridad a largo plazo de Estados Unidos.

Pero después de los ataques de Hamás contra Israel el 7 de octubre, Estados Unidos se vio obligado nuevamente a centrarse en Oriente Medio, en lugar de su ampliamente promocionado giro hacia el Pacífico para contrarrestar el crecimiento de China.

La estrategia de defensa nacional del Pentágono se basa en que China sigue siendo el mayor desafío de seguridad para Estados Unidos, y que la amenaza de Beijing determinará cómo se equipa y configura el ejército estadounidense para el futuro.

El informe parte de la advertencia del Pentágono del año pasado acerca de que China estaba expandiendo su fuerza nuclear mucho más rápido que lo previsto por funcionarios estadounidenses del área de la defensa.

El informe del año pasado advirtió que Beijing estaba modernizando rápidamente su fuerza nuclear y estaba en camino de casi cuadriplicar el número de ojivas que tiene para alcanzar 1.500 para 2035. Estados Unidos tiene 3.750 ojivas nucleares activas.

El informe actual revela que Beijing está en camino de desplegar más de mil ojivas nucleares para 2030, continuando una rápida modernización destinada a cumplir el objetivo de Xi de tener un ejército de “clase mundial” para 2049.

Después del informe anterior, China acusó a Estados Unidos de aumentar las tensiones y Beijing dijo que todavía estaba comprometido con una política de “no ser el primero en usar” armas nucleares.

El Pentágono no vio indicios de que China se esté alejando de esa política, pero evalúa que puede haber algunas circunstancias en las que China podría juzgar que no se aplica, dijo un alto funcionario de la defensa estadounidense sin proporcionar detalles.

El informe dice que China está intensificando la presión militar, diplomática y económica no sólo sobre Taiwán sino también hacia todos sus vecinos regionales para contrarrestar lo que considera esfuerzos estadounidenses para contener su ascenso.

La presión contra Taipei incluye sobrevuelos de misiles balísticos, mayores incursiones de aviones de combate en su zona de defensa internacional y un ejercicio militar a gran escala en agosto pasado que rodeó Taiwán.

Beijing prometió poner a Taiwán bajo su control, por la fuerza si es necesario. Xi dio plazo a su ejército hasta 2027 para desarrollar la capacidad militar necesaria para retomar la isla que Beijing reclama como su propio territorio.

Estados Unidos comprometió miles de millones de dólares en ayuda militar a Taiwán para fortalecer sus defensas y ayudarlo a rechazar cualquier ataque proveniente de China.

Pero China también dedicó miles de millones a su ejército. Según las cifras de su presupuesto público, el gasto militar de China para 2023 aumentó un 7,2% a 1,58 billones de yuanes, o (US$ 216.000 millones), superando el ritmo de su crecimiento económico. Los funcionarios estadounidenses dicen que la cifra real puede ser mucho mayor.

El informe también señala que China aumentó sus maniobras de hostigamiento a los aviones de combate estadounidenses que vuelan en el espacio aéreo internacional de la región y registra más de 180 casos en los que aviones chinos interceptaron agresivamente vuelos militares estadounidenses.

El informe se centra en las actividades de China en 2022, pero analiza el sobrevuelo del espacio aéreo estadounidense por un globo espía chino y cómo la falta de comunicación entre los dos ejércitos aumentó el riesgo de una escalada. No incluye la última guerra entre Israel y Hamás, pero señala que Beijing está utilizando lo que aprendió de la guerra entre Rusia y Ucrania. China, dice el documento, está trabajando hacia la autosuficiencia industrial y económica después de ver el impacto de las sanciones occidentales contra Moscú.

La invasión rusa de Ucrania “presentó un desafío importante e inesperado” para China, según el informe, obligándola a medir su relación y su apoyo material a Rusia con los “costos económicos o de reputación” en los que podría incurrir y que impedirían su objetivo general de crecimiento de su poder nacional.

(Con informe de agencias)