El pinochetismo arrasó en las elecciones y controlará la asamblea que redactará la nueva Constitución

Con el 99,5 de los votos escrutados, el PR también se convirtió en el partido más votado a nivel nacional con 35,42% de los sufragios emitidos, doblando en escaños a la derecha tradicional nucleada en Chile Seguro, que obtuvo 11 puestos y 21,07% de los votos.

Este sector, donde revista entre otros el expresidente Sebastián Piñera, quedó en un tercer puesto pero en una virtual posición de árbitro ya que en el Consejo podrá inclinarse hacia los ultraderechistas triunfadores o hacer concesiones al oficialismo.

La coalición de izquierda que apoya al presidente Gabriel Boric, e integran su partido Frente Amplio, junto a los partidos Comunista y Socialista, quedó relegada al 28% de los votos y tendrá 17 constituyentes.

En tanto, la centroizquierda moderada (Democracia Cristiana y Partido Radical) que integró la desaparecida Alianza Democrática que condujo el tránsito a la democracia, no consiguió ningún puesto en lo algunos analistas interpretaron como un desfonde del centro político con una agenda centrada en la seguridad, la migración de otros países e incluso el desencanto por las promesas incumplidas por el gobierno.

Tampoco obtuvo ningún representante el populismo de derecha nucleado en el Partido de la Gente, que fue la gran decepción de la jornada.

Contra todo pronóstico, Alihuen Antileo se transformó en el único representante de las naciones originarias en alcanzar un escaño en el Consejo Constitucional con casi 160.000 votos a su favor, correspondientes al 52,4 % de los votos indígenas válidamente emitidos.

La concurrencia electoral alcanzó un 80% y los votos nulos y anulados totalizaron un 20% de los emitidos.

Primeros balances

En un breve mensaje en cadena desde el palacio de la Moneda, Boric invitó a los constituyentes electos a actuar "con sabiduría y templanza" y les pidió evitar cometer los mismos errores que hicieron fracasar el primer intento de cambio constitucional a partir de una Asamblea Constituyente dominada esa vez por la izquierda.

"El proceso anterior fracasó, entre otras cosas, porque nos supimos escucharnos entre los que pensábamos distinto", afirmó el mandatario, que llamó a construir un nuevo proceso sin "vendettas", afirmó.

El borrador de esa nueva Constitución fue rechazado por un 62% de los votos en un referéndum realizado el 4 de septiembre del año pasado y motivó esta nueva elección de constituyentes.

En cambio, el líder del triunfante PR, José Antonio Kast, consideró que "hoy podemos respirar un poco más aliviados". Kast, un defensor acérrimo del modelo neoliberal instaurado por la dictadura militar que gobernó entre 1973 y 1990, fue derrotado por Boric en las presidenciales del 2021.

Su formación arrasó este domingo en la mayoría de las 16 regiones de Chile, incluyendo feudos gobernados por la izquierda como Valparaíso, además de retener sus bastiones del sur y norte del país. Sus 22 escaños le permitirán ejercer el poder de veto en el órgano constitucional.

Este vertiginoso ascenso de la derecha radicalizada en detrimento de las fuerzas conservadoras tradicionales guarda relación con un fenómeno similar al que ocurre en la actualidad en diferentes países del mundo.

El triunfo del pinochetismo fue rotundo en la Región Metropolitana, donde el candidato del PR, Luis Silva, fue el más votado y uno de los primeros en interpretar el giro. "Yo veo este proceso con muchas esperanzas” dijo aludiendo a posibles entendimientos con la derecha moderada ya que “compartimos muchas de esas ideas”.

También dijo que "hay espacio para dialogar con la izquierda, aseguró Silva, buscando distancia de la presunción de que la ultraderecha triunfante intentará apenas retoques a la constitución vigente.

Doce acuerdos

Para el proceso de deliberación se contempla un quórum de 2/3, por lo que el denominado "número mágico" es 31 consejeros: si un bloque suma esa cifra podrá aprobar o rechazar normas sin necesidad de pactos con otras fuerzas.

Los consejos electos tampoco podrán hacer tabla rasa ya que cuando asuman 7 de junio, deberán ceñirse a doce Principios Básicos acordados a priori por los partidos para evitar una propuesta refundacional como la anterior.

Entre esos se incluyen la declaración de Chile como un "Estado social y democrático de derecho", la indivisibilidad de la "nación chilena" y el sistema bicameral, que ya estaban inscriptos en el texto rechazado.

Los nuevos constituyentes tienen cinco meses para trabajar sobre un borrador que elabora un grupo de 24 expertos acordados en el Congreso, otras las novedades que introdujo el nuevo turno constituyente.

El texto resultante se someterá a plebiscito el 17 de diciembre.

(Con información de agencias)