Una seguidilla de robos a cajeros mediante explosiones fue lo que encendió la mecha de un problema que hace semanas afecta a los usuarios de
cajeros automáticos: falta de
efectivo.
Como respuesta a esta serie de robos, quienes administran los cajeros tomaron la decisión de poner un sistema "anti robo". Esto implica que si llega a explotar una de las expendedoras, todos los
billetes quedarán marcados con tinta. También decidieron cerrar durante las noches 20 cajeros que consideraron ubicados en puntos críticos.
A los pocos días de que se empezaran a tomar medidas respecto a estos robos empezó el problema de la falta de efectivo.
El gerente general de Banred explicó que fueron varios los factores que lo provocaron.
Por un lado el 10% de los cajeros de la ciudad fueron trasladados a lugares más seguros, por lo que estuvieron fuera de mantenimiento. También decidieron reducir la carga de efectivo hasta no asegurar el entintado en todo su sistema.
Hace ya días que no se registran incidentes de robos o explosivos en los cajeros por lo que se espera que la situación se regularice pronto.