Se suele hablar de la inflación como si fuera un fenómeno exógeno y hasta propio de las fuerzas de la naturaleza. Así, tanto gobierno como oposición usan términos como “combate”, “lucha”, “ataque”, para referirse al modo de enfrentarla. Se habla de acciones, planes o recursos antiinflacionarios, cuando no compensaciones, paliativos o suavizantes o atenuantes de sus efectos, cual si se tratase de un fenómeno exógeno y ajeno completamente a las acciones de los individuos.
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