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El supermercado en Chile al que los vecinos se turnan para cuidar
“Por favor, compren responsablemente. Si vienen a hacer las compras del mes, no es el momento”, dice el subadministrador del local de la cadena Unimarc, Hernán Rivas, a los consumidores que hacen fila desde temprano para poder acceder al supermercado ubicado en la municipalidad de Ñuñoa, al noreste de Santiago de Chile.
No es lo usual en un día normal. Hace una semana atrás, los mismos clientes no debían esperar para ingresar al local. Tampoco disponían de un tiempo acotado. Pero esto –y todo cambió tras el estallido del conflicto social en que derivó el alza del metro y que alberga otros malestares ciudadanos.
A una semana del conflicto ahora son efectivos de Carabineros quienes resguardan la entrada del supermercado. “El Unimarc” como coloquialmente le llaman los vecinos está justo en medio de dos focos de gran concentración de manifestantes, como Villa Frei y Plaza Ñuñoa.
Varios comercios han sido destruidos en la zona, pero este Unimarc se ha salvado. “Incluso ha ocurrido algo inusual. Los vecinos del edificio del frente y también de la Villa Frei se ponen chalecos amarillos y hacen guardia en la noche para resguardar el local, porque entienden que si esto se destruye perdemos todos”, cuenta un trabajador, mientras ordena en fila a los consumidores que quieren entrar.
Ingresan en grupos
Esta es solo una de las diversas realidades que han tenido que enfrentar las cadenas de supermercados en medio de la crisis en Santiago de Chile. Hasta el jueves, SMU -la matriz de Unimarc- ha identificado 91 locales saqueados a lo largo del país y seis fueron quemados.
Cadenas como SMU (Unimarc), Cencosud (Jumbo y Santa Isabel), Walmart (Líder, Express de Líder y SuperBodega aCuenta) y Falabella (Tottus) han optado por abrir en horarios reducidos y con ingreso controlado.
En el caso del Unimarc de Ñuñoa, grupos de 50 personas ingresaban por cinco o diez minutos. Casi todos eran de la tercera edad.
Los trabajadores que logran llegar al supermercado comienzan a hacerlo entre las seis y siete de la mañana, para abrir de 10.00 a 13.00 horas.
De diez cajas, ocho están funcionando y los trabajadores se distribuyen en turnos. “A todos se les ha respetado el funcionamiento normal, incluyendo sus días libres”, dice un trabajador.
Ha habido dificultades para que los camiones con abastecimiento puedan llegar.
Compran huevos y harina
En la esquina de Alcalde Eduardo Castillo con Américo Vespucio hay funcionarios de Fuerzas Especiales de Carabineros y del Ejército custodiando un OkMarket, una Salcobrand y la estación de Metro Los Orientales. En la vereda del frente hay un supermercado Líder, una Petrobras y un Homecenter Sodimac.
El Líder volvió a operar este miércoles. Con tres turnos entre las 10.00 y las 16.00 horas. Los encargados de seguridad llegan a eso de las 7.00 am. El acceso de los clientes también está controlado, la gerente de local se mantiene en la sala y el subgerente en el exterior. Todos los trabajadores recorren los pasillos, se comunican por radio y responden consultas . “Hay veces que se ponen a pasear, olvidando todo lo que está pasando. Ahí es cuando uno los tiene que apurar, ya que hay más gente esperando afuera para comprar”, relata el personal.
Las áreas que más concentran clientes son las de legumbres, harina y huevo. “Las llevan para hacer pan desde la casa”, dice una trabajadora. Otra de mayor atención es la de bebestibles y perecibles, pero las que se acaban más rápido son las carnes y pollos. El local ha sufrido cuatro intentos de saqueos.
Las jornadas de los supermercados han enfocado su atención en el día a día, siempre pendientes ante una posible turba y/o incendio.
(Diario Financiero - RIPE)
