Durante algunas pocas horas, zonas de Montevideo y Canelones recibieron tanta agua como lo que puede caer, en promedio, en un mes estival. La intensidad de la lluvia provocó que calles de algunos barrios montevideanos se transformaran en cursos de agua por el que naufragaban autos y contenedores de basura. El viento doblegó la resistencia de ramas y postes ante la mirada de vecinos que en sus registros de video caseros se preguntaban de dónde había salida tanta agua.
¿Es común que haya este tipo de fenómenos? ¿Cómo se explica su ocurrencia? ¿Es posible pronosticarlos?
Matilde Ungerovich, estudiante de doctorado de Pedeciba Geociencias, dijo a El Observador que este tipo de “eventos extremos” se explican por el choque de dos masas de aire: una cálida y húmeda, producto de varios días de vientos del norte que dejaron una atmósfera “muy inestable”, y otra seca y fría, que traen los vientos del sur. La inestabilidad de la atmósfera permite advertir la posibilidad de lluvia, aunque difícilmente se pueda pronosticar la hora y el lugar del aguacero. “Son fenómenos chicos (en tamaño), locales y poco predecibles. Lo que se sabe es que la atmósfera está muy inestable y que cualquier cosa que cambie puede generar lluvias, pero no el momento o el lugar en el que la lluvia será intensa. es difícil de pronosticar si será en Montevideo o Durazno”, dijo.
Ungerovich, cuya tesis doctoral es justamente sobre eventos extremos de lluvia al sur del país, dijo que este tipo situaciones no son excepcionales, aunque advirtió que su ocurrencia se hizo más frecuente. “Con los cambios climáticos está habiendo más cantidad de lluvia en muy poco tiempo”, señaló.
La estudiosa de la atmósfera distinguió este tipo de fenómenos de otro tipo de evento de lluvia extremo, en el que la formación de sistemas de 2.000 kilómetros originados en el sur (llamados comúnmente “frente frío”) se van moviendo hacia el noroeste y eventualmente también se chocan con una masa de aire caliente. “Cuando pasa eso es bastante fácil de predecir: se ve un sistema que se ha formado, una franja grande de lluvia o de nubes formadas que se están acercando”, explicó.
El jefe de pronósticos de Inumet, Néstor Santayana, dijo a El Observador que el fenómeno que afectó al sur del país durante las últimas horas es usual, sobre todo en la temporada estival, y se caracteriza por ser muy puntual –puede ocurrir en un barrio y no en otro– y suele incluir, como se ha visto, rachas de vientos fuertes en pequeños períodos, incluso algunas con la violencia suficiente para provocar la caída de árboles, postes y techos.
Santayana recordó que hubo niveles de precipitaciones similares en 2014 y 2018. “La semana va a ser muy inestable, húmeda, con lluvias y tormentas todos los días”, vaticinó.
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