En la madrugada de este lunes se registró un fuerte sismo —de 7,8 en la escala de Richter— en la frontera entre Siria y Turquía. "Estamos en una situación de caos y de tristeza. Aproximadamente a las 4:20 de la mañana nos despertamos con un temblor y un ruido muy grande", contó Morgana Toleda, una uruguaya que hace un año vive en Diyarbakir, una de las ciudades afectadas.
Toleda se levantó, apoyó los pies en el piso del apartamento y recién ahí se dio cuenta de que el edificio “estaba temblando muchísimo”, según contó a Telemundo (Canal 12).
“En el pánico agarramos solamente las camperas y mi esposo me sacó corriendo porque yo estaba bastante en shock, no entendía muy bien qué era lo que estaba sucediendo", narró. Al salir a la calle, vio un escenario caótico, donde los bebés lloraban y la gente gritaba e intentaba contactarse y ubicar a sus seres queridos.
En ese momento, la uruguaya no sabía si el terremoto “era solamente en Diyarbakir” o si también se daba en las ciudades aledañas.
"Es una catástrofe lo que sucedió, es terrible […] Acá cerca de mi casa, a unos 400-500 metros, uno de los principales edificios que era un shopping viejo, que además tiene edificios alrededor —gente viviendo— fue lo que colapsó, de lo más grande", comentó al mencionado medio.
Toleda señaló que en Turquía había, al menos, 10.000 personas desaparecidas. Según indicó, se trabajaba con retroexcavadoras y grúas para mover los derrumbes.
De acuerdo con la uruguaya, que trabaja como maestra preescolar de inglés, en su casa no pasó nada grave: “Nuestro edificio está entero. De todas formas, cada réplica que hay vienen y controlan porque puede ser que tengas que evacuar en cualquier momento", apuntó.
Ella se pasó unas cuatro horas sin energía, pero sobre el mediodía se restauró y comenzó a funcionar “perfectamente”.
Sobre las 13:00, Toleda y su esposo volvieron a su casa. "Nos encontramos con que las paredes están resquebrajadas […] Empezamos a mirar por toda la casa y da miedo porque yo nunca lo viví, pero tampoco es normal el impacto que tuvo porque fue muy alto", subrayó.
Durante todo este calvario, el gobierno turco se manejó de manera muy organizada, resaltó Toleda. “Sobre todo los militares, la policía, los civiles que están ayudando", manifestó, al tiempo que detalló que "cada media hora hay [un] parlante pidiendo por favor que la gente no se desespere, que no salga en auto, principalmente en la noche porque están trabajando las ambulancias y los autos de la policía llevando gente todo el tiempo".
“Los hospitales están colapsados, por supuesto", aseveró.
Quienes fueron evacuados deben moverse a los estadios que están habilitados o a otros espacios públicos, como escuelas o gimnasios. "Ahí [se da] la distribución de comida, agua y abrigo, porque acá estamos en invierno —hasta ayer estuvo nevando—“, dijo Toleda.
“Está funcionando de manera impecable para lo que es que está aconteciendo", concluyó.
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