Por Blasina y Asociados, especial para El Observador
El clima le da un respiro a los cultivos de trigo en Uruguay y buena parte de las regiones productoras en Argentina mientras continúa castigando a Brasil. Si bien no se prevé que Uruguay tenga un saldo exportable considerable, sería positivo para los productores un mercado regional firme desde Brasil.
Los días sin lluvias han permitido realizar aplicaciones de herbicidas. Si bien octubre es un mes clave, parte del potencial de rendimiento se ha dejado atrás. Hay bastante disparidad por zonas, fechas de siembra y por si se pudieron –o no- realizar las aplicaciones.
Un mes de octubre y de noviembre más favorables en lo climático al menos aseguraría ciertas variables de calidad y de inocuidad.
Los más castigados son los cultivos de cebada con las malterías manejando rendimientos entre 700-900 kilos por hectárea por debajo de la zafra pasada. En Brasil la cosecha del cereal se va ajustando cada vez más hacia abajo.
Esta semana la estatal Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab) recortó su estimación sobre la producción 2017/2018 de trigo de 5,185 millones a 4,88 millones de toneladas, una caída de casi 28% respecto a la zafra anterior.
Un alto nivel de stocks de la campaña pasada y un consumo todavía debilitado, limita las necesidades de importación en el corto plazo. Sin embargo, las muy fuertes tormentas y lluvias de esta semana en Paraná y Rio Grande le pueden dar otro golpe al trigo, tanto en productividad como en calidad.
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