Nacional > 7 de junio
En Brasil, Nin Novoa intentará concretar una reunión bilateral entre presidentes
El presidente Tabaré Vázquez fue el segundo en confirmar su presencia en la asunción de Jair Bolsonaro. Acompañado por su amigo y asesor honorario Juan Salgado, Vázquez eligió comenzar el año en Brasilia, donde le dio la mano al nuevo presidente y aunque no logró tener una reunión bilateral, mostró su mejor voluntad por recomponer una relación que comenzó con las desafortunadas declaraciones de Rodolfo Nin Novoa y María Julia Muñoz. El canciller dijo que esperaba que las encuestas se equivocaran y ganara el candidato del Partido de los Trabajadores, Fernando Haddad, mientras que la ministra de Educación opinó que la ciudadanía uruguaya no era “tan retrógrada" para apoyar un candidato con las propuestas del militar retirado.
A poco más de seis meses de ese encuentro, y pese a los intentos de la cancillería, Vázquez sigue siendo el único de los presidentes de la región que no fue recibido por Bolsonaro, y las llaves de la reunión están en manos de Nin Novoa, que el viernes encabezará una visita oficial al Palacio de Itamaraty, en la que los gobiernos firmarán un acuerdo para evitar la doble tributación y acordarán la construcción de un segundo puente en la ciudad de Yaguarón, según confirmaron a El Observador fuentes diplomáticas.
La posibilidad de que Vázquez y Bolsonaro se reúnan durante la cumbre del Mercosur que se realizará el 10 de julio en Santa Fe (Argentina) será uno de los temas sobre los que intercambiarán Nin Novoa y Ernesto Araújo durante los quince minutos del encuentro privado que mantendrán, aunque fuentes al tanto de las negociaciones en ambos lados de la frontera entienden que es “difícil” que la reunión se concrete ya que el presidente brasileño está enfocado en las “reformas internas”, principalmente la de la seguridad social que está en discusión en el Parlamento.
Otro de los temas en agenda para el encuentro es cómo poner fin a la crisis política que vive Venezuela. Pese a que tienen posiciones diferentes –Uruguay reconoce a Nicolás Maduro mientras que Brasil a Juan Guaidó– los dos abogan por elecciones “libres y justas” y recientemente suscribieron declaraciones del Grupo de Contacto Internacional y el Grupo de Lima en las que anunciaron su cooperación conjunta.
Los cancilleres también evaluarán las posibilidades de flexibilizar y modernizar el Mercosur con el objetivo de hacerlo más “dinámico y operativo”. En enero, luego de recibir a Mauricio Macri, Bolsonaro dijo que el bloque debía volver a su "tradición original de apertura comercial y reducción de barreras" para tener “relevancia y sentido”.
Entre los temas que forman parte de la agenda también están las negociaciones con la Unión Europea para firmar un tratado de libre comercio. En la ronda de negociaciones realizada entre el 13 y el 17 de mayo en Buenos Aires, se produjeron importantes avances y los bloques cerraron todos los capítulos menos el agrícola, lo que llevó a decir a Nin Novoa que el acuerdo se “podría firmar” a fines de junio.
Pese a que viene siendo evaluada prácticamente a diario por el gobierno, no se prevé que la decisión de Petrobras de retirarse del Uruguay sea uno de los temas de la reunión, según las fuentes consultadas.
Si bien el encuentro será a “agenda abierta”, tendrá una fuerte impronta comercial ya que Brasil es el segundo destino de las exportaciones uruguayas. En 2018 las ventas superaron los US$ 1.130 millones, un 6% menos que el año anterior, según cifras de Uruguay XXI.
El canciller llegará a Itamaraty acompañado por una delegación importante: el director para Asuntos Políticos, Raúl Pollak, la directora para Asuntos Económicos Internacionales, Ana Teresa Ayala, la directora para Asuntos de Integración y Mercosur, Valeria Csukasi y el director para Asuntos de Frontera, Limítrofes y Marítimos, Duncan Croci.
Firma de acuerdos
Los directores participarán de una reunión de una hora en la que los cancilleres firmarán un acuerdo para evitar la doble tributación, un convenio que viene siendo ampliamente reclamado por sectores exportadores, ya que aseguran que les permitirá ganar en competitividad.
Según el Ministerio de Economía y Finanzas, estos acuerdos previenen el “efecto disuasivo” sobre la “circulación de bienes y servicios, la libertad de inversiones internacionales y la trasmisión de tecnología” ya que otorgan “una razonable seguridad jurídica y fiscal”.
El presidente de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI), Leonardo Loureiro, dijo que la firma de este acuerdo era “muy importante” ya que actualmente están “un 50% más caros” lo que provoca que no sean “atractivos como mercado”. “Brasil desapareció del destino de nuestras exportaciones. Antes estaba en el top ten y ya no está”, señaló Loureiro y destacó que fijar retenciones acorde a este tiempo era “fundamental”. “Es difícil de cuantificar económicamente pero básicamente muchas exportaciones que se hacían a Brasil se dejaron de hacer por costos”, sentenció.
Actualmente, Uruguay cuenta con 21 convenios para evitar la doble imposición (Alemania, Argentina, Bélgica, Chile, Corea del Sur, Ecuador, Emiratos Árabes Unidos, España, Finlandia, Hungría, India, Liechtenstein, Luxemburgo, Malta, México, Portugal, Reino Unido, Rumania, Singapur, Suiza y Paraguay, que fue ratificado por el Parlamento pero aún no está vigente).
Los cancilleres también firmarán un acuerdo para construir un segundo puente sobre el río Yaguarón y Uruguay tiene interés en avanzar en acuerdos de cooperación en materia educativa, como el recientemente firmado por la UTEC para la “doble titulación” de los jóvenes.
Nin Novoa también planteará la situación del aeropuerto de Rivera, ya que el objetivo del gobierno es que comience a recibir vuelos internacionales, y la navegación comercial en la Laguna Merín, un asunto que viene siendo postergado hace años y permitirá abaratar el transporte hacia Brasil.
