Senadora Graciela Bianchi.

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En el FA dicen que Bianchi "rompió todos los códigos" y resisten que presida una comisión del Senado

La oposición no quiere "cultivar la brecha" y señala la postura "agresiva" de la senadora nacionalista
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31 de marzo de 2022 a las 05:02

Pasado el referéndum que ratificó la vigencia plena de la ley de Urgente Consideración (LUC), el año legislativo comenzará en el Senado con un ambiente enrarecido, fruto de la intensa campaña de los últimos meses. El próximo lunes, todas las bancadas pondrán sobre la mesa el listado de las prioridades que pretenden concretar en los próximos meses. Pero, más allá de los énfasis en uno u otro proyecto y de diferencias políticas, hay un elemento que conspirará contra el funcionamiento armonioso de la cámara. 

Es tradicional que, a principio de cada legislatura, las distintas fuerzas políticas se repartan las presidencias de las comisiones en función de sus votos. La designación de cada presidente depende del partido al que le haya correspondido una comisión determinada y el resto se limita a aprobarlo sin discusión. Así lo marca la tradición parlamentaria. 

El problema está en la presidencia de la Comisión de Educación del Senado, que en 2020 fue encabezada por la colorada Carmen Sanguinetti, y el año pasado por la frenteamplista Silvia Nane. La rotación señala ahora al Partido Nacional. Y allí el nombre sugerido es el de la senadora Graciela Bianchi. 

Si así sucede el Frente Amplio negará, como señal política, el voto de respaldo a la senadora. Así lo había informado La Diaria, y confirmó a El Observador el senador Enrique Rubio. La definición será tomada el próximo lunes, cuando la bancada opositora evalúe sus prioridades. 

"Es un tema que vamos a considerar", señaló Rubio. La explicación: el cúmulo de "desencuentros, episodios y acciones" que la senadora ha venido acumulando en los últimos tiempos y que han generado un "estado de sensibilidad" en la bancada opositora. 

Los cuestionamientos de la oposición pasan por dos aspectos. Uno es su profuso accionar en la red social Twitter, de la que Bianchi es una asidua usuaria. "Ha tenido una secuencia de tuits muy agresiva", señaló Rubio. Más allá de las publicaciones de Bianchi allí, el legislador frenteamplista hizo énfasis en varios episodios personales que su colega nacionalista protagonizó en los últimos meses. 

El más grave, a entender del Frente Amplio, sucedió a mediados de noviembre del año pasado. La Comisión de Constitución y Legislación del Senado recibía a algunas delegaciones en el marco de la discusión del proyecto de prisión domiciliaria preceptiva para mayores de 65 años, presentado por Cabildo Abierto. En ese entonces, Bianchi se molestó con el continuo ingreso de la prensa para registrar imágenes, lo que derivó en un duro enfrentamiento con los senadores frenteamplistas. 

Los ánimos se fueron caldeando, hasta que Rubio acusó a Bianchi de "estar fuera de sí". La reacción de la senadora fue contundente:  "Sos un atrevido. Con lo que acabás de decir, si hago valer la ley de violencia basada en género terminás en Fiscalía, porque es violencia simbólica", le contestó. 

El intercambio motivó que el Frente Amplio reclamara días después un pronunciamiento del Senado sobre las actitudes de la legisladora sobre este y otros episodios. La bancada opositora pidió que la cámara aplicara el artículo 115 de la Constitución, que establece que se podrá " corregir a cualquiera de sus miembros por desorden de conducta en el desempeño de sus funciones y hasta suspenderlo en elejercicio de las mismas, por dos tercios de votos del total de sus componentes". También que, por igual número de votos, podrá "removerlo por imposibilidad física o incapacidad mental superviniente a su incorporación, o por actos de conducta que le hicieren indigno de su cargo, después de su proclamación". 

El pedido del Frente Amplio nunca se aplicó. "Se trata de una senadora que ha generado una enorme resistencia y que, según se entiende, rompió todos los códigos", expresó Rubio. La izquierda había cuestionado a Bianchi también por un pedido de informes que la senadora había efectuado requiriendo información sobre la situación funcional de la presidenta de la Asociación de Funcionarios de UTU (Afutu), Mabel Mallo, que protagonizó un contrapunto público con el presidente Luis Lacalle Pou. La oposición entendió que el accionar de la senadora iba contra el pleno ejercicio de la libertad sindical y de expresión. 

Para Rubio, lo de Bianchi plantea un problema de fondo, ya que va contra lo que el Frente Amplio no quiere, que es "cultivar la brecha" y que la política uruguaya se termina asimilando a lo que sucede en otros países. "Hay que tener cuidado", dijo. 

Como la presidencia de la comisión le toca al Partido Nacional, la alternativa a Bianchi es el senador Gustavo Penadés. Con todo, el FA no podrá evitar la designación, ya que está en minoría en Educación. A Bianchi, Penadés y Sanguinetti se suma el cabildante Guido Manini Ríos. Como representantes de la oposición, además de Nane, están Liliam Kechichian y Sebastián Sabini. 

Nos adivinamos

Otro de los episodios por el que la oposición resiste la designación de Bianchi al frente de la Comisión de Educación es el enfrentamiento que protagonizó a principios de este mes en plena sesión de cámara con la frenteamplista Amanda Della Ventura, que acaba de ser designada como una de las vicepresidentas del Senado. Bianchi, que presidía esa sesión, le exigió a Della Ventura que dejara de utilizar simbología del Sí por el referéndum contra la LUC que venía luciendo en su ropa. 

El pedido degeneró en un duro intercambio, que culminó en un fuerte planteamiento político del FA una vez culminado el incidente. 

Han sido varias las figuras identificadas con la oposición que piden que el presidente Luis Lacalle Pou y otros principales actores del gobierno le pongan "límites" a la senadora nacionalista. A principios de este año el presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira, había considerado que el Partido Nacional debería "tomar cartas en el asunto" luego que Bianchi hablara de una "infiltración" en el Poder Judicial. 

Recientemente el presidente de la Federación Ancap (Fancap), Gerardo Rodríguez, anunció que le había enviado una carta al presidente Lacalle señalando que analizaba denunciar a Bianchi y pidiéndole poner fin a los "dislates" de la senadora, a quien acusó de "agredir, tergiversar e intenar amedrentar través de supuestas pesquisas secretas e inconstitucionales", en referencia los cuestionamientos de la senadora por su rol funcional en la empresa pública y su papel en el referéndum contra la LUC. 

"Lacalle sabe que no hablo en vano", le había dicho Bianchi a El Observador a fines de febrero, al asegurar que el presidente jamás le llamó la atención. “No necesitamos hablar, nos adivinamos”, señaló. “Sabe que a mí no me puede rezongar”. 

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