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3 de marzo 2023 - 9:26hs

Lo vemos todos los días en la calle. Obras por todos lados, en Montevideo, Canelones, Punta del Este.  La estabilidad jurídica e institucional, la libertad financiera y los incentivos a la inversión son un imán para la inversión extranjera y local. El real estate siempre ha sido un refugio para el ahorro, una promesa de protección ante la inflación y una rentabilidad razonable para el riesgo asumido. Dinamiza la economía proveyendo significativos niveles de empleo y aportes a la seguridad social. Ahora, ¿hay algo más para invertir en Uruguay ?

Los criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) están dominando la agenda de los fondos de pensión, inversores institucionales, bancos y agentes del mercado de valores.  Sobre la base de dichos criterios, cabe preguntarse cuáles son las inversiones que el Uruguay necesita para solucionar problemas de índole ambiental o social. Si tuviéramos enfrente a un fondo de inversión que quiere desarrollar inversiones sostenibles en el Uruguay, ¿qué le propondríamos?  Dicho de otra manera, ¿en qué áreas nuestro país puede resolver problemas a partir de una inversión de impacto?

Corresponde aclarar que los factores de impacto ambiental, social y las cuestiones de gobernanza, son elementos adicionales a las variables tradicionales que evaluamos para decidir una inversión: riesgo y retorno económico.  Asi, partiendo de la base de que tenemos un proyecto con una rentabilidad acorde con el riesgo asumido, el filtro ESG lo que hace es medir si esa inversión está solucionando un problema ambiental o social además de generar retorno económico para sus inversores.

A los uruguayos se nos hincha el pecho cuando hablamos de nuestra democracia, estabilidad institucional, respeto a las leyes e independencia del Poder Judicial. No en vano somos la democracia número 11 del mundo. Cualquier inversión en Uruguay se beneficiará de partida con una “G” sólida.

Por el lado de la “E” (factores ambientales) y la “S” (factores sociales), sin embargo, hay bastante para hacer. Veamos.

Agua y Saneamiento. Estamos sufriendo una de las peores sequías de las últimas décadas, lo que nos debería motivar a buscar nuevas fuentes de agua potable pero también a interpelarnos respecto de cómo usamos ese recurso. Este es un país donde se usa agua potable para llenar inodoros, lavar autos o regar el pasto. Cualquier inversión que optimice ese recurso, tendrá una “E” fuerte. Por ejemplo, una empresa ofrezca a los desarrolladores inmobiliarios y constructoras un sistema sanitario que permita reutilizar el agua residual hacia esos tres usos, generando un sistema circular, generará unidades residenciales con un diferencial de sustentabilidad atractivo para clientes e inversores. Por otro lado, hay más de 500 ciudades y pueblos del interior sin saneamiento, resolverlo en forma sostenible genera impacto en la “S”, ya que tendremos a sus pobladores viviendo en mejores condiciones de salubridad.

Tratamiento de Residuos. Reconozcámoslo, en Uruguay casi no tratamos los residuos. No sólo los domiciliarios, lo cual se evidencia con el crecimiento de la montaña de basura en la usina de Felipe Cardoso y los vertederos municipales de las capitales del interior, sino también algunos residuos industriales, como los orgánicos.  El compostaje a escala industrial se ha desarrollado hace tiempo Europa, pero es casi inexistente en Uruguay. Tiramos o enterramos residuos orgánicos de frigoríficos, avícolas, tambos; el efecto es la generación de metano, cuya huella es 25 veces la de carbono. Inversiones en tecnología de compostaje a escala masiva deberían ser bienvenidas por todos los actores de la industria agroindustrial.

Capacitación para el trabajo en la industria de IT. Junto con el enorme crecimiento y sofisticación de nuestras empresas de tecnología, se ha generado una brecha cada vez más grande entre las cantidades de desarrolladores y técnicos que ese crecimiento necesita y lo que puede producir la academia, el famoso “desempleo negativo”.  Aparecen entonces soluciones de entrenamiento y capacitación a medida para la industria, los llamados “bootcamps” o escuelas especializadas que, con un sistema inmersivo y muy intenso en horas, preparan personas que sin formación previa pueden salir con capacidades para ser empleables.  Resulta formidable contar con una industria con capacidad de emplear a todo aquel que logre las habilidades requeridas. Tener activa esa máquina de generar empleo calificado, es una bendición para cualquier gobernante de este siglo.  Cualquier inversión que aumente la capacidad de estos “bootcamps”, acelerará la empleabilidad de las personas, además de contar un gran mercado por tanto por el lado de la oferta (cada vez más jóvenes interesados en la industria), y la demanda (empresas dispuestas a tomarlos apenas se gradúen) Y sabemos que no hay mejor política social que ofrecer empleos bien remunerados.

Por tanto, ante la pregunta “¿en qué se puede invertir en Uruguay, además de real estate?”, estamos en condiciones de, apalancados en nuestro posicionamiento diferencial en términos de estabilidad y ambiente de negocios, ofrecer alternativas de inversión que además de generar buenos negocios, dejen buenas soluciones.  En la Parte II, tres áreas más para invertir con propósito en Uruguay.

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