Miembros de la monarquía y líderes despidieron a Isabel II en la Abadía de Westminster

Este lunes resultó un día colmado de ceremonias fúnebres en Londres y Windsor, que comenzó desde primeras horas de la mañana, cuando las puertas de Westminster Hall, de 900 años de antigüedad, se cerraron después de que cientos de miles se presentaran frente a su ataúd desde el pasado 14 de setiembre.

Muchos de ellos pasaron en largas filas para presentar sus respetos alrededor del ataúd cubierto con la bandera de la reina.

A las 4.44 hora de Londres el féretro de Isabel II fue trasladado a la Abadía de Westminster para el funeral de Estado transportado en el carruaje funerario remolcado por 142 marineros de la Armada Real.

Miles de personas estaban en las calles para ver pasar el ataúd de su soberana, mientras el rey Carlos III, acompañado por otros miembros de la familia real, acompañó al ataúd en su trayecto.

Entre ellos se encuentran los otros hijos, la princesa Ana, el príncipe Andrés y el príncipe Eduardo. También los acompañan Camilla, la reina consorte, Sofía, la condesa de Wessex y Sarah, la duquesa de York.

A su entrada, sonaron las campanas de la Abadía, la iglesia histórica donde la soberana contrajo matrimonio con el príncipe Felipe en 1947 y donde fue coronada en 1953.

Apenas pasadas las cuatro de la mañana Westminster Hall cerró las puertas a los ciudadanos. El cierre de la sala marcó el final de más de cuatro días del primer funeral de Estado en Reino Unido, desde el celebrado en 1965 para Winston Churchill, quien fue el primero de los 15 primeros ministros durante el reinado de Isabel II.

Dos días antes de su muerte, el pasado 8 de setiembre, en su retiro de verano, en el Castillo de Balmoral, la monarca nombró a su última primera ministra, Liz Truss.

Este lunes 19 de setiembre ha sido declarado día feriado nacional en honor a la soberana, quien falleció a los 96 años.Oficiales de policía de todo el país se encuentran de servicio como parte de la mayor operación policial de un día en la historia de Londres.

El servicio fúnebre de la soberana también se ha convertido en una de las reuniones más grandes de jefes de Estado y miembros de la realeza que el territorio británico haya presenciado en décadas. Incluye familias reales europeas y líderes mundiales.