En abril los hoteles tenían la expectativa de que en julio los problemas que desató el coronavirus estuvieran solucionados. En julio la mirada pasó al fin de semana largo del 24 de agosto y luego a octubre. Pero este mes, en lugar de ser el comienzo de la pretemporada, fue la época de los rebrotes de covid-19. Entonces los hoteles comenzaron a dar "pasos para atrás" hasta llegar a estar –en palabras del presidente de la Asociación de Hoteles y Restaurantes del Uruguay (AHRU), Francisco Rodríguez– al "borde del abismo".
La confirmación del cierre de fronteras para el verano fue una mala noticia para los hoteles, que necesitan el público extranjero, y en especial para el hotel Enjoy (antes Conrad), cuyos principales clientes (el 95%) llegan desde el exterior.
Pese a que el gobierno ya anunció que las fronteras estarán cerradas salvo para nueve excepciones, las autoridades de la compañía están trabajando en una propuesta que presentarán al Ejecutivo.
El hotel busca una salida para evitar el cierre, pero las opciones que quedan son pocas, informó Telemundo y confirmó El Observador con fuentes de Enjoy. Trabajan en una fórmula que permita el ingreso de un número limitado de extranjeros.
Antes de conocerse la decisión del gobierno, el hotel propuso una "burbuja sanitaria" para que allí se pudiera pasar la cuarentena.
En el hotel Enjoy de Punta del Este trabajan de forma permanente 1.200 personas y en el verano, con los trabajadores zafrales, el número de empleados roza los 2.000, informó a El Observador el secretario general del Sindicatos de Trabajadores de Enjoy, Mauricio Pérez.
Este año hay 850 trabajadores en seguro de paro y hay otros 200 empleados que cumplen funciones de mantenimiento, seguridad y acondicionamiento de los slots.
Pérez señaló que si el hotel Enjoy permanece cerrado en el verano el "golpe" para la economía de Maldonado sería "tremendo". "Casi todos los funcionarios del Conrad ganamos bien y el que no gana bien tiene buena propina. Ese es dinero que se mueve en el departamento", explicó.
Si se toman en cuenta los trabajadores que están afectados de forma indirecta, este número llega a 5.000 personas, dijo el sindicalista.
Al margen del hotel Enjoy, el cinco estrellas que no está funcionado, hay otros hoteles de lujo en Punta del Este que sí están abiertos. De los 78 hoteles que integran el Centro de Hoteles de Punta del Este, hay 26 que están abiertos, según informó a El Observador el asesor de la gremial Héctor Araújo.
Dentro de esos 26, muchos son de cuatro o cinco estrellas y, según Araújo, son los que "van a mover la aguja" de la temporada y el principal perjuicio lo sufrirán los hoteles de menor calidad, explicó. "Van a ser los que van a marcar la tarifa", aseguró y dijo que los hoteles más chicos "se tendrán que adecuar".
La decisión de mantener las fronteras cerradas que tomó el gobierno generó que las reservas que había para noviembre y diciembre fueran canceladas y, en una temporada en la que la apuesta es el turismo interno, los hoteles de Montevideo se quedan sin un público masivo.
Los centros hoteleros de Montevideo se nutrían por los congresos que se realizan en la capital, un rubro que no tuvo movimiento en el año del coronavirus.
La crisis de los hoteles de la capital se traduce en los cierres de algunas cadenas y en la reconversión de otras. A la venta del hotel Sheraton de Punta Carretas (la sucursal de Colonia sigue funcionando), se le sumó la semana pasada el cierre del hotel Esplendor del mismo barrio, que se presume se venderá a una empresa de coworking.
El total de plazas que se pierden en Montevideo son cerca de 800. A esto se le suma un cierre más: el del Orpheo Express, ubicado en el Centro, informó Rodríguez a El Observador.
Rodríguez dijo que a estos hoteles "no les mueven la aguja" las medidas que tomó el gobierno de estímulo al turismo interno, que incluye una tasa del 10% del IVA en hoteles y $ 8.000 por reincoporar un trabajador.
Los hoteleros de Montevideo propondrán que la capital sea "una base" para el turismo interno local y que sea el lugar donde se hospeden turistas para partir hacia como bodegas y playas.
Muchos hoteles de Montevideo se están reconvirtiendo en apartamentos dentro del hotel (coliving), lugares de trabajo (coworking) o residenciales para ancianos.
Una de las explicaciones para este traslado, según explicó el presidente de la Cámara de Turismo (Camtur), Juan Martínez, en Desayunos informales, es la ley de "condo-hoteles", que permitió facilidades de construcción y beneficios fiscales y se convirtió en una "inversión inmobiliaria" y no en una "gestión hotelera".
"Sabíamos que esto iba a dejar por el camino a unos cuantos y que cuando vencieran los beneficios de la ley de inversiones se iban a reconvertir, porque el beneficio que perseguían era exonerar los impuestos y no gestionar alojamientos", explicó Martínez.
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