–No precisás ni descargarlos, te los descargan solos –le dijo la empleada de un supermercado a su compañero que estaba trepado entre las góndolas del fondo del supermercado y que se aprestaba a tomar los bidones de agua que recién habían llegado para acomodarlos.
A las 10 de la mañana de este jueves habían llegado 96 bidones de agua de seis litros de la marca Salus al supermercado TaTa, ubicado en 18 de Julio, en el centro de Montevideo. Una hora más tarde ya se habían vendido 52 y no quedaban bidones de otras marcas.
–¡Es una rapiña! –le contestó, bromeando, su compañero.
Entre las góndolas llegó un carro alto, grande, con un pallet como soporte, que estaba lleno de bidones. La encargada llenaba la planilla para controlar los bidones que acababan de llegar mientras, de forma espontánea, se formó una fila de unos 10 clientes que esperaron su turno.
Como quien espera por el pan caliente.
Cada uno agarró dos o tres bidones de agua. Atrás, entre las góndolas de los lácteos, otro grupo de empleados y clientes se paró a mirar la escena.
–La película de zombies es esto –dijo un empleado, ante las risas de los clientes.
–¿Subió el agua? En cualquier momento sube, ¿no? –comentó otro trabajador.
La noche anterior había terminado igual en el supermercado Tienda Inglesa de Lagomar. Sobre las 19 horas, la góndola de bidones de agua estaba vacía. En el suelo quedaban algunos de una marca alternativa.
–Ya descargamos el último pallet –comentó una trabajadora, intentando explicar el desorden. A esa hora, era raro ver que alguno de los clientes estaba sin su bidón de agua. Todos tenían: en las manos, en los carritos. La empresa decidió poner un cartel en el que anunciaba que solo permitía la compra de seis bidones por comprador.
Inés Guimaraens
Los supermercados están veniendo bidones de forma "extraordinaria"
–Me llevo tres bidones porque estoy usando para cocinar, para todo. No soy hipertensa pero no como con sal y además el agua está fea. Solo estoy usando la de OSE para bañarme y tirar la cisterna –argumentó una clienta a El Observador.
A unas cuadras del supermercado TaTa, en el almacén Milo, ubicado en el centro de la capital, llegaron 80 bidones de la marca Salus a las 8 de la mañana del jueves. La dueña puso un cartel en la puerta que anunciaba que habían bidones. "Los vendí en una hora", contó sorprendida. Vendió 79 a los clientes. Se quedó con uno atrás del mostrador para hacer su café.
La propietaria de ese comercio sabe que ella fue "privilegiada" para que el proveedor le entregada bidones porque, según le dijeron los repartidores, "vende como un supermercado". En el supermercado Frog ubicado en avenida Rivera y 14 de Julio, en Pocitos, los empleados descargaron un camión entero de bidones de la marca Nativa al mediodía.
Juan da Silva, cedida a El Observador
Camión de agua Nativa descargando en Frog
Sin embargo, varios autoservices del Centro hicieron pedidos de bidones hace días y todavía no llegaron. La empleada de un Frog dijo que los bidones que quedaban "se los llevaron todos ayer" y que no saben cuándo se los van a reponer. La alta demanda de bidones de agua sin gas, debido a la salinidad del agua de OSE, está dejando a los comercios de cercanía sin stock.
Sobre esto, el presidente de Cambadu, Daniel Fernández, aseguró a El Observador que en los comercios barriales no se prevé que haya un desabastecimiento de agua ante el aumento del consumo. Fernández contó que conversó con autoridades de las "dos principales marcas" de agua y le comunicaron que "ni piensan que se pare la venta y la producción", aunque aclaró que si la situación sigue por algunos meses "podría haber algún problema" de oferta y demanda.
En el autoservice Pick & Out, que tiene algunos locales, compraron 100 bidones el viernes pasado que se repartieron entre tres sucursales. El pedido llegó este miércoles y en uno de los locales solo quedaban 10 bidones en la mañana del jueves.
–Yo no me voy a calentar la cabeza. Si no hay bidones que tomen agua de la canilla –comentó la dueña de otro autoservice céntrico y contó que hizo el pedido hace días y que le dijeron que no llegó "por la alta demanda". Tampoco llegó al Kinko que está a unas cuadras y en ninguno de esos quedaba stock.
En TaTa las heladeras tenían aguas embotelladas: 10 de agua Salus con gas de 2,25 litros y otras 10 de 1,5 litros. A su vez, habían nueve fundas con más botellas de 2,25 litros y otras dos fundas abiertas en una góndola prácticamente vacía.
María Eugenia Scognamiglio
Góndola de agua embotellada prácticamente vacía
En los comercios más chicos también había botellas de agua. El "furor" es por los bidones, afirmó un almacenero, porque el stock del agua embotellada de menos cantidad de litros no se terminó aún y había en todos los comercios céntricos que visitó El Observador. Sin embargo, en las góndolas de los supermercados y en las heladeras se nota la disminución de la cantidad de botellas disponibles.
Algunos supermercados limitaron la cantidad de bidones que puede llevar cada cliente. Sin embargo, esa decisión depende de cada comercio porque no fue una decisión gremial de la Asociación de Supermercadistas del Uruguay (ASU), explicó el integrante Daniel Menéndez.
Inés Guimaraens
Algunos comercios limitaron la cantidad de bidones
Sin embargo, Menéndez explicó que la medida puede responder a las tareas de reposición de los productos: "Si viene alguien y te vacía la góndola tenés que estar con dos personas reponiendo agua todo el día", dijo.
Las medidas que se tomaron para acceder al agua embotellada
Tanto el gobierno como la Intendencia de Montevideo anunciaron medidas para facilitar a algunos sectores de la población a acceder al agua embotellada para evitar el consumo del agua de OSE.
El Ministerio de Desarrollo Social (Mides) entregará el costo equivalente a dos litros de agua por día a niños menores de dos años que reciben asignaciones del Plan de Equidad, a las mujeres embarazadas que reciben asignaciones familiares y a los miembros del plan de enfermedades crónicas del Mides. Todos recibirán la partida a través de la tarjeta Uruguay Social.
Además, el MSP entregará agua por 30 días a las personas que tienen insuficiencia renal crónica y las personas con cirrosis que estén bajo tratamiento del Fondo Nacional de Recursos.
A su vez, la Intendencia de Montevideo negocia con el Cambadu poder entregar agua embotellada gratis en distintos comercios de la capital a aquellas personas que tengan una receta expedida en policlínicas municipales.
"Pensamos que lo tenemos que hacer, nuestra intención es que no afecte a los almacenes por eso esperamos a cerrar un acuerdo con Cambadu", afirmó Cosse. Esta medida se va a mantener por 45 días, señaló la intendenta.