La tradicional fiesta de verano del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) derivó en un escándalo sexual que podría tener unas consecuencias graves para el canciller del país, Olaf Scholz, que estaba presente.
Allí varias mujeres fueron víctimas de un ataque con las denominadas 'gotas de violadores' que son unas drogas que inhiben la capacidad de una persona para resistirse a un ataque sexual, informa el diario alemán Tagesspiegel que tuvo acceso a un chat interno del SPD.
“La emoción es bastante grande”, afirmó a la agencia AFP un portavoz del grupo parlamentario socialdemócrata, que confirmó las informaciones publicadas por el diario berlinés. La noticia generó un fuerte impacto político que obligó a reaccionar a los dirigentes del SPD.
"Actualmente hay ocho víctimas, un caso confirmado con pruebas y una denuncia contra personas desconocidas", se dice en el chat y se menciona que la Policía de Berlín está investigando. Poco después se sumó una novena mujer a la denuncia.
En la fiesta, celebrada el 6 de julio, estaban presentes los diputados, el personal del Bundestag alemán y el propio Olaf Scholz. Debido a las restricciones sanitarias por el COVID-19, hubo un total de unas 1.000 personas que asistieron al evento en lugar de los 2.000 invitados que hubo en otros años.
Tagesspiegel también hace mención de una carta del líder del grupo parlamentario del SPD, Mathias Martin, a los miembros del Bundestag del SPD que dice: "En nuestra fiesta de verano se produjeron evidentes agresiones a las compañeras con 'gotas de violadores'. Se trata de un incidente escandaloso que hemos denunciado inmediatamente a la Policía del Bundestag". El grupo parlamentario del SPD recomienda que otras posibles víctimas "lo denuncien inmediatamente a la Policía".
La Policía criminal de Berlín ha iniciado una investigación por daños corporales peligrosos contra personas desconocidas. A fecha del 9 de julio ya se habían registrado un total de cinco víctimas, según anunciaron las autoridades.
Entre las víctimas había una mujer de 21 años que se quejaba de malestar, mareos y pérdida de memoria después de la fiesta. Según la policía, había comido y bebido, pero no había consumido alcohol. A partir de las 21.30 horas se sintió mal y mareada, mientras que a la mañana siguiente ya no podía recordar la noche.
Fue al hospital para un chequeo y llamó a la Policía. Según ella, le ordenaron una muestra de sangre y un examen toxicológico. Una portavoz de la institución dijo que los resultados aún no estaban disponibles.
(Con información de agencias)
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