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Las mujeres en la dirigencia del fútbol: una cuenta pendiente de los clubes, que la AUF empieza a saldar
La Secretaría Nacional de Deportes (SND) está dirigida por cinco hombres. El directorio del Comité Olímpico Uruguayo (COU) lo integran 12 dirigentes. El ejecutivo de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) tiene por primera vez, desde mayo de 2019 por un cambio estatutario exigido por FIFA después de su forzada intervención, una dirigenta en un cuerpo que integran otros seis hombres, incluido el presidente. En los 16 clubes de Primera de la AUF (162 lugares) solo hay ocho dirigentas. En las ternas de delegados de la AUF de esos mismos 16 equipos (48 lugares) no hay una sola mujer, son todos hombres.
La foto de tapa de este suplemento especial de Referí devuelve la imagen de la mujer en el deporte. Andrea Lanfranco rodeada de dirigentes del ejecutivo y de la mesa de Primera, como postal de la representación femenina en los cuadros dirigenciales del fútbol.
Por esa razón, la realidad choca contra la aspiración de la mujer de ganar un espacios en la dirigencia en el fútbol uruguayo y en el deporte en general, al punto que la mesa ejecutiva del fútbol femenino está integrada por cuatro dirigentes, todos hombres, y la comisión de fútbol femenino por tres mujeres y un hombre.
Historias de mujeres en el fútbol
De los 16 clubes de Primera división, solamente cinco tienen mujeres en sus cuerpos dirigenciales titulares. De acuerdo al relevamiento que Referí realizó con dirigentes de los clubes e información oficial publicada en las páginas web, 11 clubes tienen directivas integradas 100% por hombres: Nacional, Peñarol, Defensor Sporting, Danubio, River Plate, Wanderers, Fénix, Rentistas, Plaza, Progreso y City Torque.
Las mujeres aparecen en número mayor como suplentes, en subscomisiones o en áreas sociales de las instituciones.
Solamente cinco clubes tienen mujeres. Liverpool (Magela Larrea, vocal), Boston River (Marta Deri Miguez, vicepresidenta), Cerro Largo (Sandra Riaño, vocal) y Deportivo Maldonado (Rosario Granja, directora), con una cada uno, y el extraño caso de Cerro (Graciela Castro, presidenta, y Carmen Lorenzo, Laura López e Inés Da Rosa), que tiene a cuatro dirigentas entre 11 integrantes de la comisión directiva.
Estas mujeres en el fútbol tienen dos características: la formación académica, como Granja, que es contadora y ocupa uno de los cinco cargos dirigenciales de la Sociedad Anónima Deportiva dueña del club, o por su pasado en el fútbol. Magela Larrea es hija de un expresidente y Marta Deri Miguez es sobrina del exfutbolista Óscar Omar Miguez.
Riaño se integró a la directiva de Cerro Largo a mediados de 2017. “Estoy colaborando en el club desde 2002, porque tengo lavandería y allí se lava toda la ropa. Un día me dijo Ernesto (Dehl, presidente), ‘¿Cuándo te vas a integrar a la directiva?’, y allí surgió la idea de formar parte. Estoy en todas las reuniones de los viernes, el encuentro semanal, y ayudo en todo lo que puedo. Es una linda experiencia porque te hace ver el fútbol desde otro lugar”, dice la dirigenta de Cerro Largo que un día dejó su lugar en la tribuna como hincha, y se integró a la directiva.
Lanfranco es la cara de la mujer en el fútbol. Hija de un expresidente de Wanderers, Walter, vivió el deporte desde pequeña en un lugar al que no accedían las de su género. Fue directora ejecutiva de la AUF bajo la presidencia de Wilmar Valdez, cargo que ahora ocupa Victoria Díaz, y actualmente es neutral.
“Que la mujer gane espacios en el deporte es la madurez de la sociedad. La experiencia me dice que las cosas no ocurren a gritos sino con acciones y vas haciendo cambiar a los demás. Las cosas se dan porque la gente se acostumbra a verte. Se adaptan. Eso es crecer, eso es madurar”, reflexionó sobre el espacio que lentamente intenta gana la mujer.
Marta Deri Miguez conoció a su esposo cuando llegó a jugar a Boston River. “Boston River es un club familiar”, define, y ejemplifica que su primo es el presidente.
Sobre el funcionamiento de la directiva, dijo: “Te dan espacio para opinar, porque las mujeres vemos cosas que otros no ven, a nivel social y deportivo”. Recuerda que el regreso de Serafín García se produjo a partir de una propuesta de ella y que, con el expresidente Sergio Pérez Lauro, llevó el tema en directiva hasta que se concretó el segundo regreso del defensa, que además es goleador histórico del club.
Vivió la experiencia de la primera SAD, la de 2010 de Martín Cardetti, Walter Silvani y Fernando Navarro Montoya. “Recuerdo con dolor y alegría aquel momento. Sentía mucha tristeza y se lo dije a Perdomo, quien me respondió: ‘Este es el dolor del crecimiento’. Después fue algo excepcional, con Cardetti pintando a la par de nosotros en la sede del club, por ejemplo”.
Rentistas tuvo una dirigenta hasta 2019, Plaza tiene dos suplentas (Silvia Guigou y Beatriz Hernández), y en todos los clubes la mujer tiene un rol preponderante en el área social, mientras los escritorios del fútbol y del deporte siguen siendo un lugar dominado por los hombres.
