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Estados Unidos supera los dos millones de inmigrantes detenidos en lo que va del año
La cifra de quienes llegan atravesando selvas, avasalladas por mafias de trata, debiendo pagar a los “coyotes” —personas que los conducen hasta el Río Bravo a cambio de dinero— se convierte en un drama que pone de relieve la falta de oportunidades en sus países de origen.
Por otra parte, las detenciones en la frontera, para aquellos que lograron traspasarla, muestra la determinación de la Casa Blanca para que la migración no se convierta en un problema grave para el gobierno de Joe Biden en el tramo final de las elecciones legislativas de noviembre.
Este martes, apenas llegado de Londres después de estar presente en los funerales de Isabel II, Biden dialogó con los periodistas la Casa Blanca al respecto: “Hay menos migrantes de México y Centroamérica. Ahora estoy atento a Venezuela, Nicaragua y Cuba”, dijo, y admitió que la deportación de estos ciudadanos a sus países de origen “no es racional”.
Aseguró que está comunicado de modo directo con Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, y también con los mandatarios centroamericanos “para frenar el flujo” y tratar de poner límite a esa cifra mayúscula que desnuda la gravedad económico-social y de seguridad al sur del Río Bravo.
En el plano doméstico, Biden debe afrontar el uso de los gobernadores republicanos cercanos a la frontera que enviaron en autobuses y aviones a esos migrantes con destinos a estados demócratas como Washington, Nueva York y Chicago.
En campaña, algunos republicanos cargan la migración ilegal no sobre las condiciones de pobreza de los países de origen sino sobre “la incompetencia” del presidente. En ese sentido, dicen que enviarán personas ilegales a Delaware, el Estado natal de Biden. En el diálogo con acreditados en la Casa Blanca, el presidente ironizó: “Visiten Delaware, es hermoso”.
Los agentes de patrullas fronterizas detuvieron durante agosto a 203.598 personas. El verano del hemisferio norte es la época de mayor flujo migratorio en la frontera entre México y Estados Unidos. Desde mayo, las autoridades tuvieron la certeza de que sería un verano fuerte ya que, según datos oficiales, los arrestos habían llegado 293.000 personas.
Las autoridades del Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por las siglas en inglés) estiman que entre setiembre de 2021 y setiembre de 2022, las detenciones ascendieron a 2.300.000.
Esta cifra contempla que una misma persona puede haber sido detenida más de una vez ya que en muchos casos la deportación automática hace que esa persona intente cruzar nuevamente la frontera.
El número de cubanos, venezolanos y nicaragüenses representa un tercio de los detenidos de agosto. En México, las autoridades frenan a muchos de sus ciudadanos que quieren pasar,
La CBP informó que en 2021 hubo 1.700.000 detenciones; es decir, 600.000 menos medidas de setiembre a setiembre.
2022 resulta además el año donde más muertes se registraron entre quienes emprenden ese viaje incierto. Fueron documentadas más de 200 muertes en el distrito de Del Río, la zona donde el Río Bravo es más peligroso y muchos mueren ahogados en las crecientes del río.
