Frente Amplio planea “marca personal” al gobierno para plantearse como alternativa

En ese contexto, una de las posturas que asoma con más fuerza es la de adoptar una actitud alerta ante las acciones del gobierno liderado por Luis Lacalle Pou, con equipos dedicados a hacer una “marca personal” a las acciones y omisiones del oficialismo.

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En la Mesa Política del 28 de febrero, horas antes del cambio de gobierno, el presidente del Frente Amplio, Javier Miranda, planteó que la izquierda debía evaluar la posibilidad de conformar equipos que hicieran “un seguimiento” de la gestión de Lacalle y suministraran “información seria y responsable” para mostrarse “como alternativa” al gobierno. 

Según contaron fuentes de la oposición, Miranda dijo que un tema importante en lo inmediato es cómo el FA es capaz de “aprovechar el conocimiento y la experiencia” de sus cuadros de gobierno para fortalecer su posicionamiento de aquí a los próximos cinco años.

En su informe político, el presidente de la coalición de izquierda propuso sistematizar la “información privilegiada” con la que cuentan los dirigentes que condujeron el país y “no perder los contactos”, señalaron las fuentes.

Leonardo Carreño

Algo similar se había discutido unas semanas antes en la Huella de Seregni. El 14 de febrero se realizó en la sede del FA una reunión entre los legisladores electos para evaluar cuál sería el perfil de la izquierda como oposición. 

Participantes del encuentro dijeron a El Observador que una de las posturas que se reiteraron en las intervenciones era justamente la de actuar constantemente pensando en mostrarse como alternativa a las políticas “conservadoras” y “regresivas” de la coalición multicolor. 

“Una de las consignas es actuar en la oposición como si estuviéramos en el gobierno”, resumió un dirigente del Frente Amplio, que desde el pasado domingo tiene “como norte” la conquista del gobierno nacional  en 2024. 

Según explicaron los dirigentes consultados, la propuesta que gana pie en la izquierda no es la de instaurar un gabinete en las sombras, como sí se ha esbozado en otras oportunidades, sino la de estar “alerta” y “activos” ante cada decisión adoptada por el gobierno. 

En ese sentido, una de las ideas es retomar la experiencia del Frente Amplio previo a 2005 y dotar de soporte político y técnico a los dirigentes que continúen en la primera línea de fuego, desde legisladores a integrantes de entes y empresas públicas. 

A eso se debe sumar, coinciden los principales dirigentes izquierdistas, de un vínculo fluido y directo con las organizaciones sociales para reforzar la “base popular”.

Con nombre y apellido

En la primera semana de gobierno multicolor, varios referentes del Frente Amplio salieron a cuestionar las políticas anunciadas en sus áreas de experticia. Danilo Astori, exministro de Economía y actual senador, criticó al director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Isaac Alfie, quien envió una carta a las empresas públicas reclamándoles un estudio de las tarifas. "Es totalmente desubicado", dijo Astori.

En términos similares se pronunciaron Mario Bergara (quien fuera presidente del Banco Central y ministro de Economía), Pablo Ferreri (exsubsecretario de Economía) y el antecesor de Alfie en el cargo, el contador Álvaro García. 

La exministra de Turismo Liliam Kechichian salió rápidamente al cruce del ministro del Interior, Jorge Larrañaga, por su decisión de cancelar un congreso de Interpol previsto para realizarse en Uruguay. Kechichian dijo que le generaba "enorme preocupación" la suspensión del evento, ya que supondría "un daño enorme" para los comerciantes y trabajadores de Punta del Este, al igual que para la reputación del país como organizador de eventos, algo en lo que se enfocó cuando estuvo al frente de la cartera. Los cuestionamientos de la exministra, que adelantó que cursaría un pedido de informes, fueron replicados por la web del Frente Amplio.