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Faltan más madres que donen leche: ¿cómo afecta a los bebés más vulnerables?
Lorena sintió algo raro en la barriga pero no se preocupó. Creyó que era una molestia pasajera y que no debía alarmarse ni por ella ni por su bebé, una niña que esperaba para fines de mayo. Pero el dolor se hizo cada vez más fuerte y de repente aparecieron las contracciones. Sin mucho tiempo para planear nada, Jazmín nació de forma imprevista el lunes pasado, en la semana 34 de embarazo, y fue internada de urgencia en el CTI de neonatología del Pereira Rorssell porque apenas superaba el kilo y medio de peso.
La situación fue crítica, recuerda la madre. La beba necesitaba engordar lo más rápido posible y hacerse de anticuerpos para poder sobrevivir. Pero Jazmín no estaba en condiciones de poder succionar y Lorena tampoco podía dar el pecho. No le había bajado la leche y tenía una deficiencia en un pezón que le impedía extraerse el alimento.
“Fue increíble porque cuatro días mi hija engordó 400 gramos. La sacaron del CTI y hoy ya está en cuidados moderados. Si todo sigue así, en unos días la voy a tener en sala conmigo”, contó emocionada Lorena a El Observador y agradeció que el Banco de Leche Humana del Hospital Pereira Rossell la haya abastecido con leche materna donada por otra madre. “Si no fuera por ese alimento, Jazmín seguiría grave”, agregó.
El banco cumple la función de recibir la leche y clasificarla según acidez, calorías y tiempo de extracción. No es lo mismo el alimento de meses de lactancia a aquel que se extrae durante los primeros días de vida del bebé. Luego inicia el proceso de pasterización y posteriormente se reparte entre todo el Sistema Nacional Integrado de Salud.
Pero la labor solidaria del banco solo puede mantenerse activa si existen madres dispuestas a donar su excedente de leche. Una realidad que en la actualidad está en jaque. “Hoy tengo la mitad de madres donantes que tenía hace un mes. No hay faltante, pero bajó la producción. Necesitamos hacer una llamado a la solidaridad”, apuntó Laura Fazio, nutricionista y miembro del directorio del Banco de Leche Humana del Pereira Rossell.
“Nos estamos quedando con poco stock de leche cruda”, agregó Gabriel Sire, microbióloga integrante del equipo técnico del organismo. Ante este escenario, dijo, el mayor riesgo es que se deba disminuir la cantidad de leche que se reparte entre los bebés enfermos. “Si nos llegamos a quedar sin leche vamos a tener que limitar el alimento. Ahora repartimos sin límite de peso, pero si disponemos de menos litros, tendremos que priorizar solo a los bebés más afectados”, detalló.
Mara Castro, directora del Hospital de la Mujer, centro del que depende el banco de leche, aseguró que el punto es concientizar a las mujeres sobre la importancia de donar. “Hoy estamos lejos de limitar el reparto de alimento. Durante el año siempre surgen altibajos, meses que tenemos menos leche y periodos en donde disponemos de más. Nos interesa hacer una promoción de la donación para que la gente entienda lo importante que es, salva vidas y familias enteras”, dijo la jerarca.
Estadística
En 2018, 573 madres donaron leche para asistir a 2.186 bebés internados en unidades intensivas de neonatología ubicadas al sur del Río Negro. Se repartieron, en total, 2.754 litros de leche entre prestadores públicos y privados, según datos facilitados por Fazio.
Esto indica una disminución en el servicio si se compara con el año anterior. En 2017, según datos publicados en la web de Presidencia, se asistieron a 2.500 niños prematuros con 3.000 litros de leche. Allí participaron 650 madres.
Sire explicó que por mes el banco debe contar con 200 litros de leche para abastecer a los centros de salud y que actualmente tienen solo 100. “Si antes tenía 50 madres, ahora tenemos 25 y eso se nota”, agregó la nutricionista.
Castro apuntó que aunque existe la alternativa de recurrir al complemento –leche artificial de fórmula- ese no es el mejor camino para un recién nacido en alto estado de vulnerabilidad. “Lo que realmente mejora el desarrollo de bebés y reduce los tiempos de internación es la leche humana. Nosotros debemos primar la calidad en la atención y eso es entregar leche de madres y no de fórmula”, explicó la directora y resaltó que este alimento tiene enzimas, factores inmunológicos, facilita la digestión y el crecimiento.
¿Cómo donar?
Las autoridades advierten que esta actividad no es para todas las madres. Solo pueden donar aquellas que hayan tenido un buen estado de salud durante su embarazo y que tengan un excedente de producción mientras se encuentren amamantando a sus hijos.
La sugerencia es que llamen por teléfono al 27066050 para pedir asesoramiento. “Si bien tenemos una línea, no contamos con telefonistas. Lo ideal, entonces, es que si es la primera vez que van a donar, vengan hasta el banco y retiren los frascos de vidrios. A los tres días nos llaman y nosotros vamos a retirar las mamaderas”, apuntó Fazio.
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“Cuando retiramos los frascos, que son de 250 ml, nosotros les llevamos nuevas mamaderas para que siga el proceso. Hay madres que han donado durante años en este sistema”, dijo Sire y agregó: “Deben almacenar lo que se extraigan en el congelador. No recibimos leche materna dentro de bolsas”, destacó.
“La lactancia materna es el mejor alimento del mundo, es la leche de nuestra especie, mejora el crecimiento, la sobrevida, la salud de todos los recién nacidos y lactantes. Qué mejor que la leche de mamá, que tiene encimas, facilita la digestión, tiene factores inmunológicos y favorece el mejor crecimiento y desarrollo de los niños”, finalizó Fazio y recordó que el perfil de madres uruguaya siempre ha respondido “muy positivamente” a estas causas.
