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Familiares de Goldring se retiraron con bolsas negras de sede de CVM horas después de ser desplazados por el BCU
Pocas horas después de que el Banco Central del Uruguay (BCU) decidiera el desplazamiento de las autoridades de la intervenida corredora de bolsa Compañía de Valores Mobiliarios (CVM), Mauricio Cukier y Marcos Cukier –esposo e hijo de Sara Goldring–, ingresaron a una dependencia que la empresa tiene en la calle Colón (Ciudad Vieja) y se retiraron con bolsas negras, dijeron fuentes del caso y de la Bolsa de Valores de Montevideo (BVM) a El Observador.
Los informantes señalaron que existen filmaciones en las que se pueden ver al padre y al hijo ingresando al local de CVM en la noche del viernes 5 y saliendo con las bolsas de color negro varias horas después, en la madrugada del sábado 6.
Esos videos están en poder de la Bolsa de Montevideo, que actúa como interventor en este caso.
Consultado al respecto, el BCU contestó en un mail a El Observador que "las situaciones de presuntas irregularidades, el banco debe tratarlas con la máxima reserva durante la investigación, por lo que no puede dar ninguna información".
El viernes habían elevado su análisis de la situación a la Fiscalía por “la eventualidad de que ciertas conductas pudiesen ser tipificadas como delitos”, entre ellas la “manipulación indebida de valores de clientes o información incorrecta incluida en sus estados de cuenta”.
Goldring es señalada por decenas de clientes que la acusan de estafa y apropiación indebida, con pérdidas que están en el entorno de los US$ 100 millones y entre 300 y 400 damnificados. El caso ya cuenta con denuncias penales ante la Fiscalía de Delitos Económicos y la Justicia dispuso el cierre de fronteras para Goldring por 180 días. La jueza del caso, María Mainard, rechazó el recurso para sus hijos.
El Observador constató la presencia de Mauricio y Marcos Cukier en la sede de la BVM este martes. Sobre las 16, padre e hijo caminaban calle arriba por Misiones. Marcos ayudaba a caminar a su padre, Mauricio, a quien le costaba levemente subir el repecho, pero en lugar de dirigirse a la Bolsa, cruzaron la calle e ingresaron al Scotiabank. Los dos miraban al suelo.
Llegaron juntos, pero salieron separados. Primero el padre, sobre las 16:30, que al ser consultado por El Observador por los sucesos que quedaron filmados, dijo que no sabía de qué se le hablaba. Caminó media cuadra e ingresó rápidamente en el edificio de la Bolsa de Valores de Montevideo, del que pocos minutos antes El Observador había sido retirado.
Marcos Cukier salió casi 45 minutos después –y 15 minutos luego de que el banco cerrara las puertas a los concurrentes– por una puerta secundaria. Al igual que su padre, se dirigió a la BVM. Al ser consultado por El Observador, negó ser él y repitió que no iba a contestar ninguna pregunta.
Mientras la Bolsa de Montevideo continúa su intervención de CVM, varios damnificados por la operativa de la compañía dirigida por Sara Goldring reclaman al BCU mayor transparencia e incluso solicitan que el organismo presente por su propia cuenta una denuncia penal, lo que resolvió hacer el viernes pasado.
En un escrito dirigido al BCU, clientes de CVM representados por el estudio de abogados Ramírez y Asociados habían pedido que se les brindara "en forma inmediata" el acceso "permanente e irrestricto" a "todas las actuaciones administrativas" relativas a CVM y exigirle tanto a la corredora de bolsa como al interventor "la presentación de un informe detallado y documentado de cada una de las colocaciones realizadas por cuenta y orden de los clientes" durante el período en el que la empresa de Goldring ocultó el verdadero estado de las cuentas y los valores.
