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Femicidio de Mariana Rivero: quién era la joven que fue encontrada muerta en Punta Yeguas
Este miércoles las autoridades encontraron el cuerpo de Mariana Rivero, la joven de 24 años que estaba desaparecida desde el 20 de octubre. Finalmente este viernes, imputaron por femicidio y vilipendio al cadáver a su exnovio.
El Observador conversó días atrás –cuando la joven todavía era buscada– con Ana Hernández, la madre de Mariana, que por entonces llevaba 13 días desaparecida.
La madre contó en ese momento que le había extrañado cómo Mariana había dejado su cuarto. "Confirmé realmente que no tenía pensado no volver", dijo por entonces la mujer sobre la habitación de su hija, que vivía con el padre en el barrio Unión.
Allí la joven había dejado ropa, el cargador de su celular y también las férulas que usaba en un brazo y una pierna, debido a una dificultad motriz que tenía para movilizarse.
La madre se mostró convencida desde un principio de que su hija no se había ido por voluntad propia.
Por otra parte, la Policía había allanado la casa del exnovio, en el barrio Tres Ombúes, pero sin éxito. Es que Mariana se había trasladado el mismo día que desapareció (20 de octubre) hacia ese lugar para ir a buscar varias pertenencias que todavía estaban allí.
Con el joven de 23 años tenía una relación desde hacía tres años, aunque se habían separado recientemente. Mariana se fue de su casa sobre las nueve de la mañana del viernes 20 de octubre. Un rato más tarde, desde su celular se envió un mensaje a su padre, donde le comunicaba que se iba a trasladar al barrio Tres Cruces. El mensaje había sido enviado por su expareja.
Al otro día el padre la había intentado contactar pero el teléfono le dio apagado. A la noche el hombre hizo la denuncia por la desaparición, no sin antes preguntarle al exnovio de la joven si sabía algo sobre su paradero.
El joven le respondió que no, que Mariana había ido a su casa a buscar ropa y que luego se había ido. Pero en el interrogatorio que le hizo la Policía, días atrás, reconoció que el sábado posterior a la desaparición (es decir, un día después) viajó en un taxi desde Tres Ombúes hasta Punta Yeguas para tirar una bolsa de escombros en un descampado.
Finalmente, este miércoles confesó haberla matado y señaló a las autoridades donde estaba el cuerpo, que fue hallado desmembrado, aseguraron a El Observador fuentes de la investigación.
La madre de Mariana había dado detalles de cómo era el vínculo de su hija con el joven que terminó confesando el crimen.
Según había dicho a El Observador, no era una "relación seria" y los dos iban y venían. También dijo que en los tres años que habían pasado juntos, no conocía al novio de su hija, aunque sí había hablado por teléfono con él.
"Siempre que hablábamos por mensaje o por audio, él conversaba y la acompañaba para todos lados, se mostraba súper agradable. Nada te hace pensar que esté algo mal", señalaba Ana entonces.
Al joven con el que estaba de novio lo había conocido por redes sociales. La madre había contado que algunos de sus amigos de la facultad y de la fundación lo conocían, pero que él no formaba parte de su círculo de amigos.
"Yo no veía nada en ella que me dijera que estaba pasando una situación de violencia. Mariana nunca dejó de cumplir con sus actividades", aseguraba Ana.
Sin embargo, este jueves, el abogado de la familia Rivero, Ignacio Durán, sostuvo en una entrevista con Telemundo (Canal 12) que los testimonios dan cuenta de que el hombre se había creado perfiles falsos en redes sociales para investigar a su expareja y que mantenía una relación "muy tóxica".
A su vez, aseguró que el accionar del exnovio una vez que cometió el crimen tiene "connotaciones perversas": "Habiendo cometido los hechos, habiendo privado primero de libertad a Mariana y después darle muerte se comunicó con el papá para preguntarle por ella, preguntarle cómo estaba y decirle que la extrañaba. Son perversos los entretelones de todo esto".
Su carrera y su función como voluntaria
Antes de vivir con su padre en el barrio Unión, Mariana había vivido en una residencia estudiantil en Tres Cruces. A los 18 años había viajado desde Salto a Montevideo para instalarse en la capital y estudiar en la Escuela de Nutrición de la Universidad de la República. En un primer momento había pensado en estudiar Medicina, pero luego se decantó por una carrera más corta.
Aunque no había terminado los estudios, sí había completado la formación para convertirse en auxiliar de Farmacia Hospitalaria. Solía ir a hidroterapia y fisioterapia debido a su dificultad motriz en el lado derecho de su cuerpo.
Siendo niña asistió a una fundación de rehabilitación infantil –que su madre prefirió en su momento no mencionar– y con 24 años era voluntaria en esa misma organización, a la que también asiste el más chico de sus cuatro hermanos, de cinco años que tiene una discapacidad severa.
Tras conocer la noticia, Teletón publicó un mensaje en sus redes sociales donde despidió a la joven, que había sido usuaria y era voluntaria de la fundación.
"Sentimos una enorme tristeza. Es de esos días que nunca nos imaginamos tener que afrontar", escribieron desde la organización.
"La pérdida de Mariana es algo incomprensible, algo que sobrepasa los límites de lo pensado. Sentimos mucha impotencia y desconsuelo. Recordamos su dulzura, su sonrisa fresca, su buena onda, su compañerismo y nos envuelve un profundo dolor", continuó el mensaje de la fundación.
