El fiscal de Delitos Económicos Ricardo Lackner interrogó este viernes a otros cinco policías indagados por la fuga del mafioso italiano Rocco Morabito ocurrida en junio de 2019.
El interrogatorio, según informó El País y confirmó El Observador con fuentes de la investigación, tuvo lugar en la ex Cárcel Central, ubicada en Carlos Quijano y San José, desde donde se escapó el mafioso extranjero la noche del 23 de junio del año pasado.
Los policías pasaron a una celda de la planta baja del edificio. Allí escucharon las preguntas del fiscal, y fueron filmados por una cámara, ya que en la investigación de Lackner también trabajaba una semióloga del Ministerio del Interior que analiza la gestualidad de los indagados en el caso para determinar si mienten o no con las respuestas.
También fueron citados por Lackner un grupo de tres testigos, quienes aportaron información sobre lo ocurrido en la fuga.
El último interrogatorio de Lackner había sido realizado el 3 de setiembre, día en que también se hizo una reconstrucción de la fuga. En esa oportunidad citó a una primera tanda de indagados en diferentes horarios –algunos fueron a las seis de la mañana, otros a las ocho, a las 10, a las 12–; primero los ubicó en una sala, sin que pudieran hablar entre ellos, y luego los llamó al cuarto piso, para interrogarlos en el lugar dónde ocurrió la fuga.
Mientras Lackner les hacía preguntas a los indagados, Isabel Ledesma, la perito especializada en semiología de la Policía Científica, observaba las respuestas y la conducta corporal de los policías. Ahora, continúa analizando el material audiovisual registrado por la cámara. Y según contaron fuentes del caso a El Observador, entre "las particularidades" que estudia Ledesma en los indagados, están "la postura corporal, el cambio de miradas o del color de los rostros, si miran para el costado, levantan o esconden la cabeza" a la hora de contestar.
La indagatoria de Lackner lleva un año y cinco meses sin que todavía haya habido pronunciamiento. Es el principal caso que tiene en su fiscalía y, de acuerdo a fuentes judiciales, tiene otros casos demorados en función de la prioridad que le da a la investigación de la fuga, pese a que todavía no probó responsabilidades.
De acuerdo a lo que relató Lackner en el dictamen por el cual imputó por encubrimiento a un ciudadano ruso que ayudó a Morabito a escapar, para pasar a un edificio vecino a la Cárcel Central y fugarse, los presos extrajeron la ventana de una celda y cortaron un tejido de alambre que cubre la parte posterior del tubo de ventilación. El fiscal señaló que las investigaciones de la Dirección General de Crimen Organizado e Interpol, la Policía de Lavalleja y Policía Científica probaron la participación de varias personas en la huida.
En junio, a 11 meses del escándalo, se había informado que la investigación estaba llegando a su fin, y que se preveía entonces que la indagatoria culminaría con “formalizaciones” penales: es decir, con más de una persona imputada.
En una rueda de prensa del 8 de setiembre, Lackner aseguró: "Está culminada una primera etapa, y vamos a continuar después con la siguiente, pero fíjense además que la fiscalía está tratando otros asuntos; no está dedicada lamentablemente a un caso concreto".
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