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Fiscalía formalizará a otra persona por desacato tras fiesta clandestina en Atlántida
La Justicia formalizó a una persona por desacato y se espera que haga lo mismo con otra esta tarde por la realización de una fiesta clandestina con 150 personas el sábado en Atlántida.
Según informó El País y confirmó a El Observador el vocero de la Fiscalía, Javier Benech, la policía acudió al lugar para solicitar el cese de la reunión y, ante la constatación de que la fiesta continuaba, los efectivos tuvieron que recurrir nuevamente.
En una primera instancia los policías notificaron a las personas de que no podían realizar la fiesta dadas las medidas sanitarias por la pandemia de coronavirus y los organizadores se comprometieron a desalojar el lugar en 30 minutos, según declaró la fiscal Mirna Busich a El País.
Luego, a medida que la fiesta continuaba y los vecinos alertaron nuevamente sobre la situación, la policía volvió a acudir al lugar, aunque no pudieron detener a las personas que habían sido notificadas porque "se dispersaron". Finalmente, se detuvo a dos de los organizadores en la tarde de este martes.
Si bien el gobierno ha exhortado a que no se realicen fiestas dada la situación provocada por la pandemia, desde fiscalía se aclaró que, por lo general, estas reuniones no derivan en formalizaciones, sino en sanciones menores.
“Muchas veces terminan en una cuestión administrativa como una multa de la intendencia”, sostuvo Benech. Además, manifestó que “los delitos de desacato no han sido reiterados a lo largo de los últimos meses: generalmente la gente cuando a la gente se la intima cesa la actividad”.
Para la imputación de un individuo por el delito de desacato es necesario que haya una "intimación concreta", tal como sucedió en este caso, en el que la policía pidió a los organizadores que finalizara la fiesta. "No basta algo genérico que diga 'no se pueden hacer fiestas'. Es necesario algo concreto, en este caso una orden", explicó Beneche.
El ministro del Interior, Jorge Larrañaga, ya había manifestado a fines de julio su preocupación por la organización de fiestas clandestinas. Para ello se dispuso un refuerzo en los controles que realiza la policía, con el fin de desestimular este tipo de reuniones.
En ese entonces, Larrañaga había expresado su preocupación por estos hechos en una conferencia de prensa: “No es posible que quien organice una fiesta comprometa la situación sanitaria del país, así como quien va a la fiesta”, argumentó.
De cara a la Noche de la Nostalgia el gobierno planifica un operativo, cuyos detalles se conocerán en la próxima semana, luego de una reunión que mantendrán las autoridades del MSP, el Ministerio del Interior y las 19 intendencias, según dijeron fuentes de la cartera sanitaria a El Observador.
La idea es realizar inspecciones para evitar que se realicen fiestas bailables clandestinas y, si se encuentran, multar a sus organizadores.
Pero además el gobierno está dispuesto a aplicar el artículo 224 del Código Penal, que castiga el daño por la violación a las disposiciones sanitarias, y a quienes organicen fiestas con baile les puede caer una pena de hasta dos años de prisión.
