Nacional > Crimen Organizado
Fue a prisión el cuarto integrante de célula de la banda Primer Comando de la Capital
La Justicia de Crimen Organizado envió a prisión preventiva este jueves a un hombre por un delito de asociación para delinquir, ya que las pruebas presentadas por la fiscal especializada en Estupefacientes, Mónica Ferrero, evidencian que el delincuente era integrante del Primer Comando de la Capital (PCC), una de las bandas criminales más poderosas de Latinoamérica, que tiene su centro de operaciones en Brasil.
Este hombre era integrante de la célula de esa banda de delincuentes –la más grande del país vecino– desarticulada por la policía esta semana. El resto de los integrantes –dos mujeres y otro hombre– fueron imputados a solicitud de la misma fiscal en una audiencia anterior que tuvo lugar en la tarde de este miércoles. Las mujeres fueron condenadas mediante un proceso abreviado, un acuerdo que permite el nuevo Código del Proceso Penal por el cual los delincuentes admiten la culpa en lo que se lo acusa a cambio de recibir una pena más benevolente. Ambas fueron imputadas por asistencia al delito de asociación para delinquir: una de ellas fue condenada con 10 meses de prisión domiciliaria; y la otra, con nueve.
En cuanto al hombre imputado en la primera audiencia –también por el delito asociación para delinquir–, no se decretó ninguna medida cautelar porque ya estaba cumpliendo una condena de prisión domiciliaria por otra causa.
En cambio, en la audiencia de este jueves, la Justicia determinó que el cuarto delincuente del PCC capturado por la policía fuera enviado por un plazo de 90 días a prisión preventiva como medida cautelar, pese a que Ferrero había pedido el doble de tiempo.
El PCC es, junto con Comando Vermelho, el grupo criminal más grande de Brasil, con cientos de delincuentes entre sus filas. El 24 de abril de 2017 este comando paralizó Ciudad del Este, en Paraguay, la segunda ciudad más habitada de ese país, en la triple frontera con Foz de Iguazú (Brasil) y Puerto Iguazú (Argentina).
Como maniobra de distracción, el PCC hizo detonar ese día varios coches con bomba incendiaria en lugares estratégicos de la ciudad, al tiempo que volaron la sede de Prosegur.
En el asalto se llevaron US$ 8 millones y mataron a un policía. Cinco delincuentes murieron durante la fuga, que se produjo ya en territorio brasileño.
En la investigación fueron claves diversas escuchas telefónicas entre los imputados, que daban cuenta de los delitos que planeaban ejecutar en Uruguay. El único sobre el cual hay pruebas que demuestran que fue llevado a cabo fue un asalto a una estación de servicio ubicada en la ruta 11, este fin de semana, en la que participó el hoy imputado y por lo cual también deberá ser juzgado.
La advertencia
En julio de este año el fiscal de Corte Jorge Díaz dijo que Uruguay debía estar en alerta ante la expansión en las cárceles de Latinoamérica de integrantes del PCC. En particular, el fiscal se refirió a las "ramificaciones en países vecinos", como Paraguay.
"A veces uno se lamenta tener razón; a veces uno desearía en algunas de estas cosas estar equivocado", declaró entonces en una entrevista con Arriba Gente de Canal 10. También dijo que estaba comunicado "con todas las fiscalías" de la región mediante la participación de Uruguay en la Asociación Iberoamericana de Ministerios Públicos.
"Y estamos en permanente contacto transmitiendo información, y hay problemas que uno los ve venir porque están ocurriendo en otros países", advirtió.
