Chuquisaca, un departamento al sur de Bolivia, es una región que miles de años atrás estuvo habitada no solo por
dinosaurios, sino también por mamíferos gigantes. Al no tener paleontólogos para extraer y estudiar los fósiles de la zona, se convocó a un equipo de expertos internacionales que integraron los uruguayos Pablo Toriño y Daniel Perea.
Con una gran oportunidad frente a ellos, dado que la exploración de la megafauna en Bolivia no fue explotada, Toriño y Perea se reunieron en Corrientes (Argentina) con sus pares locales y emprendieron un viaje de tres días por auto hasta la región de Chuquisaca. La expedición, que más que nada fue un reconocimiento del lugar, duró 15 días, pero en ese tiempo los paleontólogos –profesores de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República– hicieron importantes descubrimientos.
La expedición
El equipo, formado por tres argentinos y los investigadores uruguayos, partió desde Corrientes y recorrió más de 1.800 kilómetros durante tres días hasta Sucre. Durante 15 días, visitaron distintos lugares dentro de Chuquisaca, como Yamparáez, Padilla y la capital del departamento boliviano. Los riesgos fueron grandes, ya que los investigadores tuvieron que trabajar en terrenos con más de 2.000 metros sobre el nivel del mar.
Sin embargo, más allá de las dificultades, los fósiles no tardaron en aparecer. "En materia de paleontología, Bolivia es una mina de oro. Es increíble que no se hayan hecho investigaciones previas de megafauna", dijo Toriño a Cromo. El académico sostuvo que esto se debe a que concitan más interés los dinosaurios que los mamíferos gigantes.
Perezoso
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Omar Medina
El país andino cuenta con miles de fósiles de especies particulares, según distintas hipótesis, por las condiciones climáticas. Toriño explicó que Bolivia tiene un parque cretácico y recibe miles de visitas por año de paleontólogos internacionales para buscar dinosaurios. Esto fue un beneficio para los investigadores uruguayos debido a que los fósiles de megafauna son ignorados. Sin embargo, esto también representa un problema para el estudio de esos mamíferos. "Constantemente surgen huesos en los campos de la región y una vez que quedan expuestos a la intemperie se deben sacar. De lo contrario, se descomponen", indicó.
Aun así, durante las dos semanas que duró la expedición, el equipo encontró una nueva especie de gliptodonte.
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Los hallazgos
Según los cálculos del equipo realizados a partir de las pruebas de carbono 14 sobre los fósiles –análisis que determina la edad del hueso estudiado–, los
animales que Toriño y Perea hallaron en Bolivia tienen más de 20 mil años, por lo que pertenecieron a la época del Pleistoceno. Esto implica que, en el futuro, se puede llegar a encontrar cualquier mamífero que haya vivido durante Cuaternario, es decir, entre 2.500.000 y 8.000 años atrás.
Mastodonte
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Por otra parte, los investigadores encontraron mucha megafauna. Entre los restos hallados había fósiles de
caballos nativos de América (que se extinguieron con la llegada del caballo europeo con los españoles), perezosos gigantes, mastodontes (similares a los mamuts y elefantes) y gliptodontes (parientes de las mulitas).
Uno de los descubrimientos más importantes fue un gliptodonte con dimensiones jamás vistas. "Es más pequeño que los que se encuentran por América. Esto se debe a la altitud y el clima árido del lugar en el que vivía esta especie", dijo Toriño. El experto agregó que fue hallado a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar y tenía su coraza en perfectas condiciones.
Caballo nativo de América
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También se encontró una mandíbula completa de mastodonte y parte del esqueleto de un perezoso gigante. "Está bueno que los uruguayos sepan que acá se hace investigación científica, incluso en paleontología, y de calidad. Esta es la prueba. Estos temas no se hablan mucho pero con esto contribuiremos a hacer crecer la investigación en el país", sostuvo Toriño.