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Gobierno prepara medidas para frenar el deterioro del mercado de trabajo
El desempleo "duele, preocupa y ocupa", responde el ministro de Trabajo, Ernesto Murro cada vez que se le pregunta a cerca del deterioro que muestra el mercado laboral. Lo había dicho en 2017 cuando en marzo el desempleo era de 9% y lo reiteró hace muy pocos días tras conocerse que el dato de febrero alcanzó a 9,3%.
Aunque la economía reactivó su ritmo de crecimiento a fines de 2016, ello no se refleja hasta ahora en la creación de puestos de trabajo y desde 2014 se llevan perdidos alrededor de 38 mil (ver gráficos). Actualmente la cantidad de desempleados, subempleados y desalentados (no están buscando empleo, pero sí lo hicieron en el pasado reciente) asciende a 323 mil personas, según datos publicados por Deloitte Objetiva.
A la salida del último Consejo de Ministros celebrado el lunes 16 de abril, Murro mencionó que su cartera trabaja en medidas para estimular el empleo. El Observador consultó al jerarca por el tema, pero el ministro prefirió no entrar en detalles.
De acuerdo con datos procesados por Deloitte Objetiva, si se contemplan desempleados, subempleados y "desalentados", casi el 18% de la población activa sufre la insuficiencia de empleo (el mayor nivel en una década).
Ese porcentaje se compone de 149 mil personas desempleadas, 148 mil subempleados y 26 mil "desalentados" (ver gráficos).
El deterioro del mercado de trabajo se ha sido generalizado en todo el país, aunque es algo más marcado en Montevideo. Particularmente, en el interior el empleo cayó de manera sensible en la gran mayoría de los departamentos durante los últimos tres años. Entre ellos, sobresalen Lavalleja, Cerro Largo, Durazno, Colonia, Río Negro, Flores, Maldonado y Colonia.
Por franjas etarias, entre los jóvenes la desocupación subió fuertemente y supera el 25%, mientras que aumentó de 4% a 5% en la población adulta.
La duración promedio del desempleo está aumentando (en febrero era de 8 semanas) y el porcentaje de desocupados que no impone ningún tipo de condiciones en su búsqueda de trabajo supera el 60%.
Una alternativa
En un contexto de fuertes restricciones fiscales y sin espacio para aumentar el gasto, una de las alternativas a las que el gobierno podría recurrir son los fondos que maneja el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop) que en la actualidad administra unos US$ 80 millones.
Estos fondos surgen del aporte mensual del 0,125% al Fondo de Reconversión Laboral (FRL), que hacen tanto trabajadores como empresarios. Anualmente el instituto recibe un aporte de unos US$ 28 millones a través del FRL. Este año por un mayor nivel de capacitaciones y cursos está previsto que el organismo ejecute más del ingreso anual y deba tomar unos US$ 5 millones de lo ya generado en años donde el gasto fue menos dinámico.
Por ejemplo, el Inefop es quien subsidia la ley de empleo juvenil que pretende incentivar la contratación de jóvenes en distintas modalidades. El organismo se hace cargo de parte del salario en casos de primera experiencia laboral, prácticas laborales para egresados, prácticas formativas y trabajo protegido.
El representante del PIT-CNT en el directorio del Inefop, Julio Perdigón dijo a El Observador que el financiamiento de cualquier nueva iniciativa debe primero contar con el aval de las partes que integran el instituto. El Inefop creado en octubre de 2008 está integrado de forma tripartita por representantes de gobierno, empleadores y trabajadores, y tiene como principal cometido ejecutar políticas de formación profesional y fortalecimiento del empleo.
Perdigón también recordó que ya en otros años y previo a la Rendición de Cuentas se ha propuesto que el organismo aporte financiamiento para distintas iniciativas. Por ejemplo, en el período anterior se planteó la posibilidad que el instituto brindara asistencia financiara a la Universidad Tecnológica (UTEC) aunque luego en la práctica eso no se concretó.
Por otro lado, Perdigón mencionó que el MEF mantiene una deuda con el Inefop que asciende a unos US$ 80 millones. Ese monto corresponde a los aportes que por ley el gobierno debió haber realizado en los últimos siete años.
A diferencia de años anteriores cuando el centro de atención eran las personas que estaban en seguro de paro o fuera del mercado laboral, actualmente el Inefop apunta principalmente a mejorar las capacidades de los trabajadores que están en actividad.
Una fuente del MEF consultada por El Observador dijo que la cartera está al tanto de las posibles medidas por trascendidos públicos, pero que hasta el momento se desconoce cuál será el contenido de la idea que maneja Murro y la forma en que se implementaría.
¿Es culpa del aumento de salarios?
Para Murro el aumento del desempleo responde a múltiples factores. En entrevista con radio Carve la semana pasada señaló a la disminución de la inversión como una de las causas y negó que el aumento de los salarios sea otra de ellas.
"Hay quienes pueden ser muy mecánicos y decir que el salario aumentó y entonces eso ocasiona desempleo. Es cierto, el salario aumentó en 13 años 55% más que los precios y eso es bueno, pero no siempre porque aumente el salario va a disminuir el empleo", afirmó.
Esa visión difiere con la del economista Gabriel Oddone. El jueves pasado en una charla organizada por la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (Foeb) el experto recordó que en la última ronda de negociación salarial (2015-2017) la tendencia de varios grupos fue acordar aumentos salariales superiores a los de las pautas que sugirió el Poder Ejecutivo.
Según dijo, una de las explicaciones posibles es que en casos donde el empresario no se vio "presionado" por el mercado aceptó acordó dar esos aumentos y resolver luego.
Por su parte, el economista de Deloitte, Pablo Rosselli indicó que las tendencias del mercado de trabajo sugieren que no hay espacio para nuevas subas de salario real si se quiere promover el empleo.
De cara a la ronda de negociación salarial en curso el gobierno volvió a establecer ajustes nominales decrecientes que en el caso de los sectores intermedios es de 7,5% para el primer año y 7% para el segundo.
"Aunque cabe preguntarse cuántos sectores serían de desempeño medio cuando la economía crece todavía destruyendo empleos, la pauta salarial de 7,5% no es compatible con promover el empleo y bajar la inflación al mismo tiempo", escribió el economista en su cuenta de Twitter.
