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Gordon, el ternero amansado por niños y un sueño cumplido para El Maturrango
Ruben Joaquín tiene 5 años y Natasha 9. Son hijos de los ganaderos Ruben Rubio y Joselin Martínez y ayudaron a amansar al ternero que El Maturrango –cabaña rochense ubicada en el km 264 de la ruta 13, a 20 kms de Castillos y a 30 kms de Velázquez– expuso en la Expo Prado, una experiencia innovadora, pues fue su primera asistencia a la muestra ganadera de la Asociación Rural del Uruguay (ARU).
Ruben, socio de la Sociedad de Criadores de Hereford del Uruguay (SCHU), explicó que durante muchos años concurrió al Prado a mirar y aprender, menos en los años de la pandemia por covid-19.
Pensando en el futuro de sus hijos, hace cuatro años decidió armar su cabaña.
En El Maturrango hay cría de terneros –salen con 200 kilos a los cinco o seis meses– que se venden a un invernador vecino y se producen vacas gordas que se venden al consignatario Gustavo Basso –con unos 560 kilos–.
“Me manejo mucho a campo, hacemos algo de agricultura –de grano y moha– para la recría, arriba de eso vienen los cultivos y ahí es donde hacemos la invernada de vacas de descarte”, detalló.
Para el armado de la cabaña las vacas de pedigrí las adquirió sobre todo a San Salvador, pero también a Romay. De una de las primeras vacas es hijo el ternero que trajo a la Rural del Prado. Se llama Gordon Paradise y tiene 11 meses.
“Nos gustó de chico, es hijo de un toro de toro de El Paraíso, de Bordaberry, y la madre de San Salvador nos ha dado muy buenos terneros y embriones”, indicó.
Gordon fue tercero en la categoría Ternero Menor, “muy buen logro para un debut”, dijo Ruben.
Iba a traer otro ternero, de la categoría Ternero Intermedio, pero se enfermó y está en recuperación en la cabaña: tiene 600 kilos, “es flor de ternero” y tendrá revancha en próximas exposiciones.
En cuanto a Gordon, la idea es que vuelva a casa. La intención es llevarlo a la Expo Durazno y a la Expo Prado en 2023; si vuelve al Prado tendrá casi dos años “y mostrará todo su desarrollo, ya tengo ganas de hacer eso”.
“Con llegar al Prado sentí que ya había ganado, porque esto lo arranqué por pasión por la ganadería y pensando en mis hijos, les gusta mucho el campo y los quiero seguir entusiasmando”, comentó.
70 años eligiendo Hereford
Ruben es hijo único y perdió a sus padres cuando era joven. Es integrante de la cuarta generación familiar en El Maturrango, establecido hace 70 años y siempre con Hereford: “Es la raza que eligió la familia y acá anda muy bien, pese a que no es una zona fácil, hay garrapata, los inviernos cerca del mar son muy húmedos y fríos, en verano los calores son tremendos, pero el Hereford responde si se lo adapta a cada lugar y a cada sistema, también acá en una zona de palmares, en campos buenos, pero muy desafiantes”.
Su hijo varón es el cuarto Rubio que lleva por nombre Ruben, toda una tradición familiar. Él y su hermana asisten a una escuela rural ubicada cerca de Castillos y el premio a su colaboración con el ternero fue darles el gusto de visitar la Expo Prado.
“Ellos ayudaron, de chiquitos andaban para arriba y para abajo con el ternero, dieron una mano para amansarlo, pero ahora se les complicó porque ya tiene como 500 kilos”, puntualizó.
También contó que Gordon es especial, no solo por lo expuesto, también porque tiene las características ideales para avanzar genéticamente hacia un Hereford más moderado, “es un reflejo de lo que buscamos, animales carnudos, pero con menos tamaño”.
Ruben tiene 35 años y acaba de cumplir un sueño más: ser parte de la elite de la cabaña nacional, llegar a la histórica pista de la Rural del Prado. Y el orgullo que le dio “es tremendo”, remarcó.
