Los empresarios uruguayos bajaron sus expectativas de inflación para el año 2023, desde 8% a 7,5%, de acuerdo a la Encuesta de Expectativas Empresariales de agosto que divulgó el INE este jueves.
Ese guarismo permanecía incambiado desde mayo pasado, a pesar del fuerte descenso de la inflación, que hoy se ubica en el eje de 4,1%. De todas maneras la estimación sigue muy por encima del techo del rango meta (entre 3% y 6%).
Por otro lado, se mantiene en 8% la inflación esperada para los próximos 24 meses, según la mediana de respuestas. Ese registro no ha tenido cambios desde fines del año pasado, cuando cayó un punto, desde 9%.
La proyección del BCU para el horizonte de política monetaria (24 meses) es de una inflación de 5,3%, manteniéndose en el rango objetivo durante todo el período.
A diferencia de las expectativas de inflación de los analistas privados, las de los empresarios son las que han mostrado mayor rigidez a la baja.
La semana pasada, el presidente del BCU, Diego Labat, afirmó que si bien la inflación descendió, “la tarea no está terminada”. Sobre este punto, dijo que un elemento de “preocupación” son las expectativas que aún “no están en los niveles” que se quisiera. De todas formas, valoró que están “un escalón por debajo de lo que han estado en los últimos años”, expresó el economista.
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