Inteligencia artificial

Hoy, donde casi todo es mediano, gris y en el país de los ciegos el tuerto reina más que nunca, es difícil catalogar a un libro como El amigo, que ganó el prestigioso National Book Award en 2018 y se convirtió en un bestseller, como un libro malo. Pero, y esto hay que dejar claro, está lejos de ser un buen texto.

Lo irónico de todo el asunto es que la autora, un producto típico de las universidades estadounidenses especializadas en crear escritores (no autores), que además se ha ganado muy bien la vida trabajando durante años en esos mismos centros de estudios como profesora o escritora residente, tire durante toda la novela golpes a diestra y siniestra sobre el sistema, los estudiantes, las carreras, los profesores, las normas y un largo etcétera de cosas que le parecen horribles de un lugar que nunca abandonó.

Al libro lo salva, precisamente, que Nunez escribe bien, lo que sería otra vuelta de tuerca al tema, también irónica, ya que demostraría que las universidades no lo hacen tan mal o (y esto sería grave) que ella es de las pocas elegidas que no se dejaron arruinar por el sistema.

La novela arranca muy bien, presentando la excusa argumental que da pie a todo el relato: un gran amigo de la protagonista, escritor y profesor de escritura, se suicida y no hay quien se ocupe de cuidar a su perro Apollo, un enorme Gran Danés que cae en la melancolía por la partida abrupta de su dueño. Lo mejor, por lejos, es la descripción del muerto, un mujeriego empedernido, infiel con sus varias esposas y capaz de acostarse con cuanta alumna se cruce en su camino. Pintoresco personaje, ambiguo, díscolo y muy talentoso, según narra la autora.

Pero una vez terminados esos capítulos iniciales empieza el descalabro, siempre inteligente en sus párrafos, pero discursivo, sentencioso y por momentos contradictorio. Digamos que queda muy raro que una autora que muestra con varios ejemplos a lo largo del texto lo estúpida que es la juventud estadounidense que solo aspira a escribir como George R. R. Martin, cometa errores tan claros como llenar muchas páginas propias con páginas ajenas, comentando otros libros, películas y un sinfín de frases de célebres de escritores que le gustan. Literatura montada sobre literatura, artificial de cabo a rabo.

Por ese lado, la novela es difícilmente defendible. Por el lado animal, el del gigante  Apollo, tiene sus más y su menos, pero tampoco hay nada especial en describir la nostalgia de esos enormes ojos marrones. Mucho menos, contar extensamente el caso del perro japonés que fue durante diez años a esperar a su amo a la estación del tren, una historia que todo el planeta ya vio por televisión y sumarle además varios ejemplos más de fidelidad perruna.

Pero como lo que hay que hacer es abarcar la mayor cantidad posible de temas para acertar en alguno, se desarrollan varios más que le permiten a Nunez hablar de feminismo, prostitución infantil y adulta, violencia social, suicidio y muchos otros, que terminan configurando una ensalada de difícil digestión.

En el fondo, que es lo que importa, es un libro muy injusto con los jóvenes, que tienen sus sueños propios, aunque no sean tan elevados como los de la autora. El mundo no es una porquería por culpa de los jóvenes, sino, en todo caso, por sus mayores. Está en la tapa del libro, uno que Sigrid Nunez seguro nunca leyó. 

Ficha

El amigo
De: Sigrid Nunez

Editorial Anagrama
203 páginas
Precio: $ 890