Los países insulares del Pacífico instaron a Japón a que retrase el vertido de aguas de la central nuclear de Fukushima por temor a posibles contaminaciones y riesgos a la industria pesquera, la salud humana y el medio ambiente.
El reclamo lo realizó este miércoles el Foro de las Islas del Pacífico (PIF), que reúne a 17 naciones insulares de la región, entre ellas Australia, Nueva Zelanda, la Polinesia Francesa y Papúa-Nueva Guinea. También integran el grupo Nueva Caledonia y las islas Cook, Fiyi, Salomon, Tonga y Samoa.
El FIP reclamó “más datos e información" sobre los planes de Japón de iniciar a verter este año en el Océano Pacífico las aguas residuales del accidente en la central atómica de Fukushima, ocurrido en el 2011.
Se trató del segundo accidente atómico más grande de la historia, después del de Chernobyl, en Ucrania, en 1986.
El gobierno japonés anunció la semana pasada que el agua de la central nuclear podría verterse al mar "alrededor de esta primavera o verano", suscitando la preocupación de las naciones insulares, que siguen lidiando con el legado de las pruebas nucleares de hace décadas.
Japón ya había aprobado el vertido al océano de más de un millón de toneladas de agua procedente de la central nuclear tras su tratamiento en abril de 2021.
Las naciones insulares argumentan que el derrame programado podría tener un gran impacto en la industria pesquera de la que dependen las economías isleñas, que captura hasta la mitad del atún del mundo.
"Nuestra región se mantiene firme en que no haya vertido hasta que todas las partes verifiquen que es seguro", dijo el secretario general de la FIP, Henry Puna, en una reunión pública retransmitida en directo desde Suva, en las islas Fiji.
"Debemos impedir que se tomen medidas que nos lleven hacia otro gran desastre de contaminación nuclear”, agregó.
Los isleños del Pacífico siguen sufriendo en la actualidad las consecuencias a largo plazo del legado de los ensayos nucleares de Estados Unidos y Francia, algunos de ellos realizados hace más de medio siglo.
Estados Unidos llevó a cabo pruebas nucleares en las islas del Pacífico en las décadas de 1940 y 1950. Las islas siguen reclamando a Washington más compensaciones por los efectos duraderos sobre la salud y el medio ambiente.
Francia, por su parte, realizó pruebas de armas atómicas entre 1966 y 1996 en el atolón de Mururoa, en los territorios franceses del Pacífico.
Ken Buesseler, científico del Instituto Oceanográfico de Woods Hole, dijo este miércoles en el foro que un grupo de expertos científico del FIP instaba a Japón a reconsiderar el vertido de residuos porque no estaba respaldada por datos y se necesitaba más información.
La radiactividad se desplaza por el océano con las corrientes y mareas y se corre el riesgo de contaminar la fauna ictícola, dijo.
Con información de DW
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