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Jacinda Ardern, primera ministra de Nueva Zelanda, confina a la población tras un caso de delta y les ruega: "No hablen con sus vecinos"
La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, le ordenó el martes a los 5 millones de habitantes del país que se confinen en sus casas, que si salen se mantengan al menos a dos metros de cualquier otra persona y que ni siquiera "hablen con sus vecinos" tras la detección de un nuevo contagio de coronavirus.
Ese caso, que inicialmente no se había podido determinar de qué variante era, resultó ser de delta, algo que las autoridades ya sospechaban.
"Le pedimos a la gente que se mantenga a dos metros de distancia de cualquiera que se cruce, no se junten, no hablen con sus vecinos. Por favor, manténganse en sus burbujas", dijo Ardern el martes en un mensaje a la población.
"Ir duro y temprano nos ha funcionado en el pasado. Mientras que sabemos que delta es un enemigo más peligroso de combatir, las mismas acciones con las que superamos el virus el año pasado pueden ser utilizadas para derrotarlo nuevamente", agregó. Ardern logró mantener al país prácticamente libre del virus con estrictos confinamientos cada vez que algún caso era descubierto.
Este miércoles Nueva Zelanda confirmó que enfrenta su primer brote con la variante delta, que acumula diez infecciones locales.
"Los resultados de anoche confirmaron que se trata de la variante delta y que está ligada, mediante la secuencia genómica, a infecciones del brote de Nueva Gales del Sur (epicentro de la tercera ola de covid-19 en Australia)", dijo Ardern este miércoles.
La mandataria había decretado el confinamiento por tres días al conocer de este caso de covid, aunque aquellos que viven en Auckland y la cercana península de Coromandel estarán confinados durante siete días. Era, por primera vez en casi seis meses, el contagio de un residente de Auckland, que se desplazó el fin de semana a Coromandel con covid-19.
Desde entonces se han reportado nueve infecciones más, entre ellas una persona que trabaja en un hospital de Auckland, que tiene 1,7 millones de habitantes y es la ciudad más poblada del país oceánico, aunque los expertos creen que entre 50 y 120 personas se habrían infectado antes del confinamiento.
En la jornada de hoy, la policía neozelandesa informó que se produjeron tres pequeñas protestas contra las medidas de confinamiento en las ciudades de Auckland, Tauranga y Nelson, que resultaron en la detención de ocho personas.
El gobierno de las Islas Cook suspendió por 72 horas la burbuja de viajes libre de cuarentenas con Nueva Zelanda, que acumula 2.580 casos confirmados y otros 56 probables de covid-19, incluyendo 26 fallecidos y unos 40 casos activos.
Las autoridades neozelandesas aceleraron la semana pasada su campaña de vacunación, que se inició en febrero pasado con los trabajadores de fronteras y comenzó a inocular dosis de Pfizer a la población en general, de más de 5 millones de habitantes, a finales de julio. Hasta este martes apenas el 20% de su población tenía las dos dosis de Pfizer, y 35% al menos una dosis, según el sitio de estadísticas Our world in data.
El Ejecutivo pretende terminar de vacunar antes de finales de año para reabrir sus fronteras, que cerró en marzo de 2020, a partir del primer trimestre de 2021 mediante un plan individualizado que sopesa el riesgo del país de origen del viajero internacional y su estatus de inmunización.
Basado en EFE
