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Juntan firmas para restituir al director del IAVA: ya son más de 26.000 personas
Más de 26.000 personas firmaron la petición en Change.Org para restituir a Leonardo Ruidiaz, el director del IAVA sumariado por las autoridades de Secundaria luego de un conflicto entre Secundaria y el gremio estudiantil.
Desde su destitución, tanto los estudiantes, docentes y padres del IAVA han pedido por su regreso. Incluso autoridades nacionales. Y ahora se sumó una petición a través de esa página web.
"Los abajo firmantes solicitamos a las autoridades de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) la revocación de la resolución Nº 1308 expediente 2023-25-3-002040 de la Dirección General de Educación Secundaria (DGES) de fecha 11 de abril por la cual se determina instrucción de sumario con separación del cargo y retención del 50% de sus haberes al Director de la institución, Prof. Leonardo Ruidíaz, por ´insubordinación´ y una investigación que recae en todos los docentes de la misma", se lee en la petición.
"Consideramos que es una medida excesiva, autoritaria e improcedente, entre otras cosas por estar fundamentada en normativa jurídica retrógrada, emitida en el último período dictatorial que contradice explícitamente el espíritu y el paradigma pedagógico que implica educar en un marco de democracia promoviendo la convivencia, la formación integral de nuestros jóvenes como ciudadanos responsables y como sujetos de derecho, respetándolos como tales", agrega.
Entre los 26.000 firmantes se encuentran la exdirectora de Secundaria, Celsa Puente y la publicista y esposa del exdirigente frenteamplista, Esteban Valenti, Selva Andreoli.
La génesis del conflicto del IAVA
En febrero, cuando los estudiantes organizados del IAVA retornaron con sus actividades, el director de la institución les comunicó que se requería del “salón” destinado al gremio estudiantil por unas refacciones edilicias. Las autoridades de Secundaria —previa consulta a los arquitectos— habían resuelto que debía construirse allí una rampa de acceso para silla de ruedas.
Los estudiantes enfurecieron. El problema no era la construcción de una rampa —de hecho entre sus postulados está la inclusión edilicia—, sino porque ya había otra rampa y el problema es que no funciona el ascensor que da libre acceso a los distintos pisos. En definitiva, entendieron que la quita de su espacio era un modo de censurarlos.
El director de la institución, un hombre que ya había sido director en al menos tres liceos y que para llegar al icónico IAVA accedió a los puestos más altos del escalafón docente, intentó mediar desde lo pedagógico. El año pasado se había suicidado un estudiante y hace “pocos días” hubo otro intento, por lo que entendió que lo mejor era una resolución pacífica y negociada.
Los inspectores intimaron al gremio, el gremio decidió no dejar ese "salón", el director salió a respaldarlos y fue sancionado por insoburdinación.
