La Justicia condenó este jueves al sicario contratado por Lulukhy Moraes por cometer el homicidio de Eward Vaz, un profesor de inglés asesinado el 9 de julio de 2018 en Maldonado, en la puerta de su casa.
El hombre fue condenado en un juicio oral la tarde de este jueves a 30 años de cárcel, por homicidio especial y muy especialmente agravado por premeditación y promesa de sicariato, informó a El Observador el fiscal del caso, Sebastián Robles.
Cobró $ 7 mil por cometer el crimen. Oriundo de Montevideo, había viajado especialmente a Maldonado para cumplir con lo acordado. Tiene 42 años y estaba a la espera del juicio, dentro de la cárcel. Era la última persona que participó de los hechos y que restaba condenar; su juicio se tramitó en paralelo.
Nunca reconoció su participación en los hechos, pero la condena deja al descubierto que fue él quien presionó el gatillo para matar a Vaz. Durante la audiencia, que se desarrolló en horas de la tarde de este jueves, tampoco reconoció los hechos. Ni siquiera declaró, confirmó Robles.
Por su parte, Lulukhy Joselyn Moraes Neve fue condenada en agosto de 2020 como coautora de un homicidio especial y muy especialmente agravado por haber contratado a sicarios para que mataran a Vaz, su exesposo.
El 9 de julio de 2018 Vaz estaba en su apartamento en Maldonado junto a su pareja. A eso de las diez de la noche, le tocaron timbre. Se hicieron pasar por amigos de su hija para despistarlo. Cuando bajó a abrir, dos hombres con los rostros cubiertos le dispararon en la cabeza. Aunque no murió en ese momento, los médicos no pudieron mantenerlo con vida.
El segundo sicario, que tenía 22 años al momento del hecho, cobró entonces $ 3 mil.
El más joven estaba viviendo en la calle en Montevideo, y tenía un antecedente penal por atentar contra una propiedad. El otro –el que recibió más dinero– ya estaba preso desde agosto de 2018 –un mes después del asesinato– por un delito de hurto especialmente agravado, por lo que no fue necesario que la fiscal Naupp solicitara una medida cautelar.
Fueron condenadas otras cinco personas por este caso, conocido también como "La mansión del sexo".
El caso suscitó la atención de la prensa –incluso argentina– porque Moraes fue propietaria de una mansión ubicada en el barrio de Beverly Hills (Punta del Este), llamada Gypsy Queen –en alusión a Moraes porque es gitana–, en donde años atrás se hacían fiestas swingers.
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