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La actitud del gobierno en el caso Gomensoro
El presidente Tabaré Vázquez cumplió con su deber de jefe de Estado de un gobierno republicano al solicitar la renuncia de la plana mayor de Ejército, entre otros militares, y de los dos principales responsables del Ministerio de Defensa, por graves omisiones comprobadas en el caso de la muerte del militante tupamaro Roberto Gomensoro, ocurrido en marzo de 1973, que se destapó por investigaciones periodísticas de El Observador. No obstante ello, creemos que ha habido por lo menos un descuido en el proceder de la Presidencia de la República que es necesario esclarecer.
El 15 de setiembre de 2018, un tribunal de honor sancionó a los militares retirados José Gavazzo y Jorge Silveira por no haber comunicado a la Justicia penal que el coronel Juan Carlos Gómez (preso tres años y medio por la muerte de Gomensoro) era inocente. El pasado 1° de febrero, un tribunal de alzada confirmó el fallo que luego fue homologado por el presidente. Pero una investigación de El Observador, publicada el pasado 30 de marzo, reveló un contenido escalofriante de las actas de los tribunales militares y es que Gavazzo admitió que arrojó el cuerpo de Gomensoro al río Negro para hacerlo desaparecer. Silveira, por su parte, aseguró que Gavazzo fue responsable de la muerte de Gomensoro y de la desaparición de María Claudia García de Gelman.
Difundida la información, Vázquez cesó al comandante del Ejército, José González, a los miembros de los tribunales militares, y pidió la renuncia al ministro y subsecretario de Defensa, Jorge Menéndez y Daniel Montiel, respectivamente, con el argumento de que todos ellos “omitieron en forma deliberada” cumplir con el mandato de comunicar a sus superiores la posible existencia de un delito.
Pero todavía sigue habiendo mucha confusión sobre la responsabilidad concreta del Ministerio de Defensa y de la Presidencia.
Vázquez dijo el lunes que firma 50 resoluciones por día y que no tiene tiempo de leer cada uno de los expedientes en los que se fundamentan las decisiones oficiales. El Secretario y el Prosecretario de la Presidencia justamente tienen un papel que jugar en ese sentido.
En este caso, todo el tema correspondió al Secretario de la Presidencia, Miguel Ángel Toma, quien jurídicamente debe velar por las decisiones que firma el presidente, ¿no podía haber alertado a Vázquez de la relevancia del caso? Vázquez dijo este lunes que dio instrucciones precisas al exministro Menéndez de que hablara con Toma para que se presentara el caso a la Justicia. ¿No hizo un seguimiento sobre al cumplimento de esta orden sabiendo que Menéndez entra y sale por licencia por enfermedad? El presidente dijo que él solo homologó una parte del fallo y que no incluyó la responsabilidad directa de Gavazzo en la desaparición de Gomensoro porque no sabía.
Pero, formalmente, el texto que firmó el presidente se refiere a las actas en general y no precisa una parte concreta de los documentos militares. Menéndez, por su parte, hizo saber a allegados que él mismo informó a Toma del caso y que incluso le sugirió presentar una denuncia penal.
No estamos ante un caso más que llega al escritorio del presidente. Se trata de episodio de una enorme gravedad jurídica y política que muestra descarnadamente las heridas abiertas de nuestra historia reciente que es necesario esclarecer cuanto antes. Es preciso aclarar bien las responsabilidades de todos los que intervinieron en este desgraciado hecho y que cada cual asuma sus errores, si los hubo.
