Durante años, cada vez que la aracnóloga uruguaya Carmen Viera publicaba un estudio sobre la pequeña araña autóctona marrón amarillenta usaba la convención “parecida a” para identificarla. "Ahora existe para la ciencia con nombre y apellido", dice la investigadora. Su apellido.
El científico islandés Ingi Agnarsson publicó la descripción de esta nueva especie en la última edición de la revista estadounidense Journal of Arachnology. Allí llamó a la araña
Anelosimus vierae, la versión en latín del apellido de la investigadora de la Facultad de Ciencias y el Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable.
"El epíteto de la especie es un sustantivo en aposición, un patronímico por Carmen Viera, cuyos trabajos sobre esta especie han revelado algunos comportamientos fascinantes e inspirado posteriores investigaciones sobre su ubicación filogenética", explica en el artículo Agnarsson, quien es un prestigioso aracnólogo, con más de medio centenar de publicaciones.
En la ciencia, quienes deciden los característicos nombres en latín de las especies son los sistemáticos que las describen. Ese nombre, explica Viera, suele ser un homenaje al lugar o la persona que la encontró, o bien a colegas "muy viejos, muy famosos o que ya están muertos". "Ninguno de estos es mi caso", bromea la autora del libro de divulgación
Arácnidos del Uruguay, publicado en 2011.
De paralelismos
"Estoy súper contenta porque es un reconocimiento para todo el equipo de trabajo que lidero", afirma Viera. "Es un espaldarazo a la disciplina, a la institución y al país porque nos pone en el mapa", continúa.
Según recuerda, pocas son las
especies con nombres de uruguayos. Viera dice sentirse elogiada con el hecho de que la que lleva su apellido sea "linda, esbelta, social y gran madre", y agrega entre risas: "Muchas de mis cualidades". Ya más seria, la madre de tres hijos reconoce que toda área de especialización va en concordancia con las preferencias personales. "Lo maternal a mí me gusta mucho, sobre todo en una especie tan fiera", cuenta.
En este sentido, uno de los descubrimientos más novedosos de Viera con respecto a la Anelosimus vierae es que las hembras regurgitan los alimentos para sus crías y, cuando son un poco más grandes, capturan presas y se las dan en la boca desmenuzadas. Pero, si la comida escasea, "las madres se inmolan para que los hijos se reproduzcan y las hagan abuelas", cuenta. La denominación resultó todo un piropo a horas del Día de la Madre.
Araña que anida
De las 42 mil especies de
arañas descritas en el mundo, solo 60 viven en grupo. En el caso de la Anelosimus vierae, habita en casi todo el país en nidos construidos en
fauna autóctona de hoja perenne, donde Viera llegó a contar un máximo de 180 ejemplares juntos.
Son sub sociales porque cuando están por llegar a la adultez se mudan del nido. Según explica la científica, estudiarlas "es importante para comprender la evolución del estado solitario al social en las arañas, es una especie bisagra".