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La Armada de EEUU acelera el desarrollo de drones de mar para acortar la brecha con China
Los buques militares y submarinos tripulados como los que se ven en las películas y hoy existen en la realidad marchan a ser cosas del pasado en un futuro no tan lejano. La Armada estadounidense se propone acelerar el desarrollo y la integración de buques no tripulados para hacer frente a la creciente flota de China, informó la cadena rusa RT citando a la norteamericana AP.
En los ejercicios navales en el Océano Pacífico, que comenzaron el 29 de junio y durarán hasta el 4 de agosto en las islas de Hawai y el sur de California, participan ya las cuatro mayores naves militares no tripuladas de Estados Unidos.
Analistas miliares los miran como un ejercicio para aumentar el número de sus drones navales y así reducir la brecha con Pekín, que sigue mejorando su flota al desarrollar e integrar tecnologías más avanzadas.
Uno de los avances chinos es el diseño de un pequeño reactor nuclear para drones sumergibles con un alcance de 10.000 kilómetros.
Se espera que las tecnologías para drones navales se integren en los próximos años con cruceros, submarinos y portaaviones tradicionales. El objetivo sería crear una flota no tripulada conectada en red.
Según James Holmes, profesor de la Escuela de Guerra Naval de Newport, la Armada cree que estas tecnologías ayudarán a lograr tres claves del éxito militar: alcance de armas, reconocimiento, mando y control.
"La mayor ventaja de los buques robóticos es que podrían construirse a un costo inferior al de los buques de guerra convencionales, ya que la Armada intenta seguir el ritmo de China y Rusia", dijo Loren Thompson, analista de defensa del Instituto Lexington.
De acuerdo con AP, mientras que los grandes barcos robóde superficie, tipo Sea Hawk, Sea Hunter, Nomad y Ranger, ya están mostrado sus prestaciones en los ejercicios multinacionales RIMPAC, ahora se buscan mejores resultados en naves más pequeñas.
Una de ellas es Saildrone, barco de vela capaz de operar de forma autónoma durante meses. Se espera que unos 100 drones sean desplegados por Estados Unidos y sus socios internacionales para el próximo verano.
Además, según las estimaciones del jefe de operaciones navales de la Armada estadounidense, almirante Mike Gilday, en total la fuerza naval desplegaría 150 grandes buques de superficie y submarinos no tripulados para el año 2045.
Una de las precondiciones para avanzar en esta línea es que el Congreso apruebe los ingentes fondos que demandará el proyecto.
Debido a una serie de fracasos previos en la construcción de estas naves no tripuladas, que han incluido problemas con la propulsión y el sistema de lanzamiento de aviones, los legisladores aún tienen reparos en financiar la creación de una flota de drones
La representante demócrata Elaine Luria afirmó que todavía se necesita mucha investigación y desarrollo para convencer al Congreso de que invierta en este proyecto.
"No podemos destinar todos los recursos (a los barcos robóticos), con un historial de veinte años de programas de naves fallidos", afirmó.
La prisa de la Armada estadounidense se acentúa por los recientes avances militares de Beijing, su principal contendiente en el Pacífico.
A principios de este verano, el primer buque no tripulado chino con inteligencia artificial y de fabricación nacional completó su primera prueba en aguas abiertas.
Según estimaciones, sus características proporcionarían nuevas tácticas para la guerra naval: puede ser desplazado a zonas de combate de alto riesgo, con el fin de llevar a cabo misiones de reconocimiento, antisubmarinas, antiaéreas o antibuques.
Un grupo de barcos robóticos puede operar en posiciones de avanzada o reconocimiento, proteger zonas costeras o formar parte de una flotilla de embarcaciones de guerra convencionales.
Además, pueden desplazarse individualmente en zonas alejadas y realizar operaciones distribuidas, por lo que los enemigos tendrían dificultades para eliminarlos uno por uno, o también formarse en enjambre para destruir las posiciones enemigas.
