La crisis económica desatada por la pandemia —incentivada por la invasión rusa a Ucrania—,hizo tambalear a los mercados financieros. Como consecuencia los inversores comenzaron a replegarse, y las startups replantearon su estrategia de negocio recurriendo —entre otras opciones—, a la reducción de personal.
Esto tuvo un impacto directo en los empleados pero también significó un daño colateral para el ecosistema emprendedor, que recién se está adecuando a la nueva forma de trabajo.
En este contexto, la publicación Harvard Business Review plantea que para los emprendedores resulta más prudente seguir con el modelo de emprendimiento camello que con el de emprendimiento unicornio.
Es que al igual que el animal, el emprendimiento camello está preparado para adaptarse a un hábitat hostil, y así sobrevivir semanas de escasez con sus reservas. Encuentran oportunidades en los ambientes más complejos, y así continuan con su desarrollo: su prioridad es atravesar los desafíos que les presenta la actualidad, pero transformándolos en una estrategia para ampliar su alcance.
Por el contrario, el emprendimiento unicornio —que sigue una metodología de crecimiento fomentada por los emprendedores de Silicon Valley— solo funciona en los mercados alcistas más fuertes, y en las condiciones más óptimas.
Es por esto que —según el artículo de la revista de la prestigiosa universidad firmado por el profesor de emprendedurismo, Alex Lazarow— en los ecosistemas en los que las startups tienen menos acceso a capital y como consecuencia a talento humano capacitado así como en los que son más susceptibles a choques macroeconómicos impredecibles se recomienda fomentar el modelo de los camellos en lugar de los unicornios.
Según Lazarow el éxito de los emprendimientos camello para sobrevivir —e incluso crecer— durante una crisis se basa en tres estrategias: Adoptar una perspectiva a largo plazo, ejecutar un crecimiento equilibrado, y tejer la diversificación en el modelo de negocio.
Los camellos no tienen interés en lo que el autor denomina "escalada relámpago": construir rápidamente la empresa y priorizar la velocidad sobre la eficiencia en busca de una escala masiva.
Y aunque son tan ambiciosos de crecer como cualquier empresa de Silicon Valley, siguen un camino de crecimiento equilibrado porque los fundadores entienden que construir una empresa no es un esfuerzo a corto plazo...al contrario.
La supervivencia suele ser la estrategia principal de estos emprendedores, y esto da tiempo para crear un buen modelo de negocio: encontrar un producto que resuene en el mercado y desarrollar una operación que pueda escalar.
Con información de El Cronista
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá