La generación hidroeléctrica de Uruguay cayó a su menor nivel en 18 años

Así, el déficit de lluvias llevó a que el bienio 2020-2021 se ubique como el de menor generación y participación en la matriz de la hidroelectricidad en 18 años, según SEG. La generación de energía con agua es (por lejos) la opción más conveniente desde el punto de vista económico para los intereses comerciales de UTE. 

Por otro lado, por primera vez desde su incorporación a la matriz de generación en 2008, la producción de energía eólica cayó en términos anuales en 2021. La generación eólica fue de 4.974 GWh (gigavatios hora), 8,8% menor que el año anterior, pero la segunda mayor producción de energía para la fuente (34,5% versus el 36,7% de la hidráulica). La comercialización al exterior se ha dado de manera ininterrumpida desde enero, pero cobró fuerza especialmente a partir de julio, cuando Brasil vio acentuado el déficit hídrico que azota el sur de su territorio y que golpea la generación de sus represas hidroeléctricas. 

UTE estima que los ingresos por la exportación de energía a la región le reportaron unos US$ 300 millones de ingresos en 2021, bastante por arriba de los US$ 60 millones que se habían proyectado inicialmente. 

Por su parte, la fuerte sequía y el aumento de la demanda exterior (exportaciones de UTE a Brasil y Argentina) implicaron que la producción térmica creciera 3 veces respecto a 2020 y 5,8 veces respecto al promedio para el quinquenio anterior. La participación con combustibles fósiles en la matriz en 2021 llegó al 17,4%, el registro más alto desde 2012, según SEG. 

Finalmente, la generación fotovoltaica creció 3% durante 2021 y llego a 436 GWh, una producción récord de energía para la fuente desde su introducción en la matriz en 2013. En tanto, la generación a partir de biomasa totalizó a 1.032 GWh y creció levemente respecto a 2020.