La Habana reclamó a Washington que entregue “visas de no inmigrantes” a sus ciudadanos

Según el comunicado emitido por la cancillería cubana, la delegación del gobierno del presidente Miguel Díaz-Canel reiteró "la importancia de que se restablezca" el procesamiento de este tipo de visados suspendido hace seis años, al tiempo que recalcó la “importancia del cumplimiento de los acuerdos migratorios bilaterales en su integralidad y no selectivamente”.

“Tras seis años, resulta inexplicable que los ciudadanos cubanos deban viajar a un tercer país para obtener una visa", señala la nota en referencia a la decisión de Washington, anunciada en enero por el presidente Joe Biden, de reanudar los visados para facilitar la reunificación de las familias, pero no las “visas de no inmigrantes”, según Cuba.

Los representantes cubanos, encabezados por el viceministro de Relaciones Exteriores, Carlos Fernández de Cossío, también reiteraron las protestas de La Habana por el "otorgamiento de asilo político" a Rubén Martínez Machado, el piloto cubano que en octubre del año pasado huyó de la isla hacia Florida en una avioneta.

"La impunidad sobre acciones de esta naturaleza estimula actos ilícitos con consecuencias peligrosas y negativas para la seguridad aérea y la seguridad nacional de ambos países", señala el comunicado de la delegación cubana luego de una reunión en la que, según el periódico Granma, “se pasó revista al cumplimiento de los acuerdos migratorios bilaterales” para “garantizar una migración regular, segura y ordenada”.

La reunión bilateral se concretó semanas antes que el gobierno estadounidense levante la norma sanitaria sancionada durante la presidencia de Donald Trump que le permite bloquear a la inmensa mayoría de los migrantes, y luego que Washington y La Habana reanudaran el año pasado las negociaciones migratorias, en momentos que el flujo de cubanos hacia Estados Unidos alcanzó un nivel récord.

Desde entonces el número de cubanos interceptados por las autoridades estadounidenses cayó de 28.845 en octubre de 2022 a 753 en febrero pasado, según los datos oficiales, como consecuencia de un esquema implementado por el presidente Biden que autoriza el ingreso de un máximo de 30.000 migrantes por mes procedentes de Cuba, Nicaragua, Haití y Venezuela.

Por su parte, la delegación estadounidense, presidida por el subsecretario adjunto del Departamento de Seguridad Nacional para América Latina, David Cloe, informó mediante un comunicado de "áreas de cooperación exitosa", aunque sin dar mayores precisiones, y agregó que "identificó problemas que han sido obstáculos para cumplir con los objetivos de los acuerdos", pero sin especificar cuáles.

"Garantizar una migración segura, ordenada, humana y regular entre Cuba y Estados Unidos sigue siendo un interés mutuo de ambos países", argumentó Washington, al tiempo que sostuvo estar interesado en "fomentar la reunificación familiar” e insistió en su objetivo de “promover un mayor respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales" en la isla.

Pese a "su disposición" por seguir con las conversaciones migratorias, los cubanos reprocharon lo que consideran "medidas de estímulo a la migración ilegal". En el comunicado mencionan, por ejemplo, "el impacto negativo" del bloqueo económico y "el trato preferencial que aún reciben los cubanos que entran de manera ilegal en el territorio estadounidense".

Antes de su llegada a la Casa Blanca en enero de 2021, Biden prometió revisar la política estadounidense hacia Cuba, en especial las casi 250 sanciones adicionales que impuso Trump al histórico bloqueo, con el objetivo de retomar la distención encarada por el expresidente Barak Obama, promesa de campaña que finalmente no concretó.

Cuba, que atraviesa una profunda crisis económica, denunció a fines del año pasado ante la Asamblea de Naciones Unidas que el bloque económico y financiero impuesto durante la presidencia John F. Kennedy en 1962 le produjeron al país desde entonces un perjuicio de US$ 154.217 millones a precios corrientes. De acuerdo al informe, sólo entre agosto de 2021 y febrero de 2022, las sanciones le costaron US$ 3.806 millones.

En ocasión de la presentación del informe, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, señaló que “se trata de cifras exorbitantes para una economía pequeña, sin grandes recursos naturales, insular y subdesarrollada como la cubana”, oportunidad en la que destacó el impulso que podría haber tenido el país de haber contado con esos recursos.

(Con información de la agencia de noticias AFP y el diario Granma)