Luis Suárez sigue sonriendo tras su llegada a Nacional, la cual se produjo hace una semana.
Este domingo, luego del entrenamiento del plantel principal que se prepara para el partido decisivo del próximo martes ante Atlético Goianiense en Goiánia, Brasil, por la vuelta de los cuartos de final de la Copa Sudamericana, el crack tricolor se quedó un rato más entrenando.
Es que sus dos hijos varones, Benjamín el mayor, y Lautaro, el más pequeño, se quedaron jugando un rato con el en una de las canchas de la Ciudad Deportiva de Los Céspedes.
Lautaro, vestido con un equipo buzo de Nacional, ya mostró que pese a su corta edad -tres años- anda muy bien con la zurda.
Mientras tanto, Benjamín, de ocho años, prefirió quedarse de golero, tal como hace su papá cuando entrena la selección uruguaya los partidos amistosos entre los propios jugadores del plantel celeste.
Sin dudas que este fue un nuevo motivo de alegría para el gran goleador tricolor, quien retornó a un gol con la camiseta de Nacional el pasado viernes en la goleada ante Rentistas, volviendo a convertir para el club de sus amores luego de 16 temporadas.
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