Vivió en la calle y juró la bandera a los 48 años: el caso de Chacho y el debate sobre el trámite al que obliga una ley militar

Chacho se quedó en la calle cuando tenía 9 años. Desde entonces cabalgó entre instituciones —la cárcel incluida—, los refugios y los bancos de las plazas que le sirvieron de cama. Pero poco a poco fue recuperando el tiempo “perdido”, fue seleccionado para los hogares autogestionados del Ministerio de Desarrollo Social, terminó la escuela y entró al liceo para adultos. Sus compañeros lo eligieron para que portara la bandera uruguaya en el acto del domingo porque, según su propio relato, “no es solo para los mejores estudiantes, también es por compañerismo y lucha”.

La directora nacional de Protección Social, Fernanda Auersperg, compartió en las redes sociales la imagen del domingo y sentenció: “¡Que viva el Uruguay, los Chachos y sus sueños!”.

Pero el domingo no todo fue orgullo y devoción por la bandera. Hubo quienes se quejaron por el día y horario del acto de fidelidad, entre ellos Emiliano Brancciari, cantante de No Te Va Gustar, quien ironizó con que estaba todo pronto para jurar la bandera “a las diez de la mañana de un domingo”. Y hubo quienes cuestionaron la pertinencia de un trámite que rige hace más de 80 años y que fue establecido por una ley de Instrucción Militar. De hecho, el trámite para obtener una copia se realiza en el Liceo Militar, ubicado en camino Castro 290, en el Prado, según especifica el sitio Gub.uy.

El senador por el Frente Amplio José Carlos Mahía, docente de profesión, reconoció que este acto patrio es “simbólico y antiguo”. En ese sentido, dijo que le “parece perfecto” que se genere un debate sobre la pertinencia del trámite. En esa misma línea, Julián Mazzoni, consejero del Codicen en representación de los docentes, reconoció que es “discutible” la pertinencia, pero que hasta el momento no hubo un planteo formal de cambio.

En el primer Congreso Nacional de Educación, en 2006, hubo una breve discusión que no llegó a ningún planteo concreto. También sobrevoló el debate cuando en 2018 la Inspección Técnica de Primaria dijo que era momento de cambiar el régimen de abanderados y que la calificación dejara de ser lo primordial en la elección de qué alumno lleva cada bandera. Pero, otra vez, la discusión quedó en la nada.

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La jura de la bandera es requisito tanto para expedir los títulos universitarios como para ocupar cargos en el Estado. En la práctica, sin embargo, las universidades dejaron de pedir el trámite dado que se da por sobreentendido que existe el juramento para habilitar el pasaje del liceo o UTU a la enseñanza superior (fórmula 69).

Respecto al día del juramento, la ANEP tiene la potestad de cambiar la fecha e incluso hacerlo un día lectivo. De hecho, en la emergencia sanitaria se corrió para el 23 de setiembre, día de conmemoración del fallecimiento de José Gervasio Artigas. Los centros educativos están obligados a realizar el acto y, de no hacerlo, los públicos podrían recibir sanciones administrativas. En el caso de que eso suceda en centros de enseñanza privados, pueden ser multados.