La historia de Camila Friciello, la primera jugadora-hincha de Defensor Sporting campeona del Uruguayo

Su carrera en el fútbol avanza con un sueño tras otro.

Junto a la capitana María Córdoba y Magdalena Olivera, Camila es una de las jugadoras referentes del equipo violeta que logró el campeonato que permitió cortar el predominio de los últimos dos años de Nacional y Peñarol. Se declara “enferma de Defensor” y por ese motivo la consagración aporta un plus, por el costado emocional del éxito.

Empezó a jugar al fútbol a los 14 años, con compañeras del liceo, en una escuelita de Ciudad de la Costa.

Dejó después de un año y a los 16 se presentó a un llamado de aspirantes en Peñarol. Pasó la prueba y permaneció en el club aurinegro durante dos años. Fue protagonista en 2013 del primer clásico oficial de fútbol femenino, que se jugó en Las Acacias.

También fue preseleccionada para la selección uruguaya sub 20.

Volvió a dejar el deporte durante dos años por trabajo y estudios. Empezó la Facultad de Medicina y continuó con Economía, además de realizar Gerencia Deportiva y otros cursos.

Retornó al fútbol para jugar en Náutico durante una temporada y cuando Defensor Sporting tomó la decisión de formar su equipo femenino, no lo pensó dos veces y se inscribió.

“Era mi sueño, jugar en Defensor. Mis compañeras lo sabían y dejaron que fuera la primera en anotarme. Mi padre, mi hermano más chico y yo somos de Defensor de toda la vida. El resto de la familia es de Peñarol”, contó Camila a Referí.

Es más, “yo soy enferma de Defensor, no me pierdo un partido”, agregó.

Al llamado de Defensor se presentaron 40 aspirantes y Camila quedó en el grupo final de 25. Eso ocurrió en 2019, ese año el equipo violeta fue campeón invicto del torneo de Segunda División y ascendió a Primera.

En 2020 Defensor terminó quinto en el círculo superior y en 2021 –torneo que termina el próximo fin de semana- se coronó campeón uruguayo. “Entre la pandemia y los partidos de la selección el campeonato estuvo recontra cortado”, recordó.

No fue fácil sobrellevar la pretemporada, por eso las jugadoras de Defensor Sporting apelaron a otras estrategias para mantener la unión: “El plantel es muy bueno y tenemos un cuerpo técnico completo, que trabaja con amor y pasión”, dijo Camila.

De todas formas, “hicimos cosas extra fútbol, como juntarnos a comer en la casa de alguna y hasta una fiesta de disfraces para conocernos más; creíamos que era muy importante mantenernos unidas”, expresó.

El título no podía darse de una mejor manera. Defensor Sporting le ganó 2-1 a Nacional, de atrás y con el segundo gol en la hora, en el partido que se jugó el domingo en el Estadio Franzini. “Mirábamos el reloj en esos últimos minutos. Incluso Oriana (Fontán), antes de patear el penal en la hora miró el reloj y dijo, ‘ahora o nunca’”.

Si el violeta perdía, el campeón era Nacional; si empataban, la última chance la iba a tener el tricolor este fin de semana frente a Atenas. Pero Defensor Sporting no le dio esa oportunidad y liquidó el campeonato el domingo.

A partir de la presente temporada la institución comenzó a pagar viáticos a sus jugadoras, pero aún así “muchas veces tenemos que poner dinero arriba. Es todo a pulmón”.

Si bien el fútbol femenino mejoró en los últimos años, y todavía le falta crecer, especialmente en la organización de los campeonatos. “Jugamos 15 partidos en 365 días. Necesitamos más rodaje porque ahora tenemos que aprontar la Copa Libertadores y ahí es otro nivel. Se nota la falta de profesionalismo. Por suerte empezamos a jugar en las canchas principales, porque antes lo hacíamos en complejos”, recordó Camila mientras continúa celebrando un título que quedará para la historia.