La historia de los nueve acuerdos políticos sellados después de la dictadura

La historia política del Uruguay es también la historia de los acuerdos políticos. Desde antes de la fundación de un nuevo Estado, los caudillos orientales vivieron entre choques y entendimientos, atravesando tiempos de tensión y posteriores caminos de acercamiento, dice el periodista Nelson Fernández en su libro Triunfo Multicolor.

De estos pactos políticos trata el capítulo cuarto del libro, del cual se ofrece a continuación un resumen que retoma los pactos sellados por los partidos políticos desde el retorno de la democracia hasta este 2019 en el que el acuerdo multicolor permitió el triunfo de Luis Lacalle Pou en el balotaje. 

Entonación nacional

La unidad política entre partidos, para enfrentar a la dictadura, no sería fácil de mantener en el gobierno. Sanguinetti había sido votado directamente por 31,4% de los uruguayos, pero con la acumulación de candidatos presidenciales, todo el Partido Colorado logró 41,2%, una buena votación para ganar el gobierno pero insuficiente para aprobar leyes. 

El planteo de Sanguinetti para el armado de un gobierno de “Unidad Nacional” no prosperó, y entonces Sanguinetti encontró una fórmula alternativa: incluyó ministros blancos que no representaban al partido sino que lo hacían a título personal (Enrique Iglesias en RREE; Raúl Ugarte en MSP), lo que se conoció como gobierno de “Entonación Nacional” y hubo acuerdo para aprobar Presupuesto y varias leyes.

El producto de ese acuerdo fue la creación de la ANEP, integración de entes autónomos, privatización de ILPE, creación de la Corporación Nacional para el Desarrollo, restitución de destituidos en la dictadura, y la Ley Forestal que tanto impacto tendría más adelante.

Caducidad

Con el retorno a la democracia, el Parlamento votó el 8 de marzo de 1985 una ley de amnistía para presos políticos y exguerrilleros y ese mismo año una de reincorporación de funcionarios destituidos durante la dictadura.

Sanguinetti consiguió un trabajoso acuerdo con el líder de la oposición, el blanco Wilson Ferreira Aldunate.

El viernes 19, el Senado comenzó el debate que terminó en la madrugada del domingo 21, con la votación del Partido Colorado y la mayoría del Partido Nacional. La votación fue 22 a 9 y pasó a Diputados, que lo aprobó en la madrugada del lunes 22, por 62 a 37.

A favor votó el Partido Colorado (menos Víctor Vaillant); y 20 de los 33 blancos. En contra lo hicieron los 21 diputados del Frente Amplio, los dos de la Unión Cívica, los 13 blancos y el colorado.

El resultado fue la Ley N° 15.848 de la “Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado” que luego sería recurrida en referéndum de 1989 y en plebiscito de 1999.

La coincidencia

El Partido Nacional ganó en 1989 con 38,9% de los votos, aunque Luis Alberto Lacalle recibió en forma directa apenas 22,6% (el resto fue de Alberto Zumarán de Por la Patria y Pereyra del Movimiento de Rocha).

Lacalle de Herrera había trabajado mucho la unidad interna y logró algo inédito: un programa de gobierno común para todo el partido.

Para conseguir respaldo parlamentario cerró la negociación en la interna de su partido y salió a la búsqueda de acuerdo con los colorados para hacer “una coalición a la europea”, pero al igual que su predecesor debió conformarse con un acuerdo de menor alcance que el inicial, aunque esta vez sí con representantes políticos en el gabinete.

Lacalle integró a su gabinete cuatro ministros colorados: Augusto Montesdeoca (Industria), Alfredo Solari (Salud), José Villar Gómez (Turismo) y Raúl Lago (Vivienda)

Coalición

La elección de 1994 fue la última del régimen previsto en la Constitución de 1967 con el mecanismo conocido como “ley de lemas”, cuando los partidos podían presentar varios candidatos presidenciales y ganaba el más votado dentro del lema más votado.

Aquella fue la elección de tercios, con un casi empate entre los partidos Colorado, Nacional y Encuentro Progresista (Frente Amplio).
Sanguinetti volvería a estar obligado a tejer acuerdos, porque su partido ganó en 1994 con 32,3% (y el respaldo directo que recibió 24,7%).

Alberto Volonté se había impuesto en la interna nacionalista y fue clave en el acercamiento a Sanguinetti, aceptó conformar una “coalición” que comprendió a todos los sectores de los dos partidos. 

El presidente electo elaboró las “Bases de Diálogo para la búsqueda de un Gobierno Nacional” que entregó en enero a sus potenciales socios, y el 1º de febrero se instalaron comisiones de trabajo. Sanguinetti integró su gabinete con ministros blancos.

Mini-Reforma

La elección de 1989 había tenido un resultado histórico doble. Por un lado, el Partido Nacional volvía al gobierno (su victoria anterior había sido en 1962), y la izquierda lograba la primera posición de gobierno, al ganar la Intendencia de Montevideo.

Por otro lado, el sistema bipartidista se resquebrajaba, entonces comenzaron nuevos intentos reformistas, incluso sobre la base de cambiar el sistema e ir a un régimen parlamentario.

Dirigentes de todos los partidos buscaron acordar una “maxi-reforma”, lo que no fue sencillo, y la dirigencia debió conformarse con acuerdo de “mini-reforma”, que incluso no prosperaría.

El 28 de agosto se haría el plebiscito y pese al apoyo multipartidario, la reforma fracasó. 

Balotaje

Las negociaciones por una reforma que fuera equilibrada entre los intereses de los partidos, se dieron durante largos meses, y a poco de asumir, Sanguinetti convocó a los líderes partidarios para trabajar con tiempo una reforma del sistema electoral que diera “transparencia” y “gobernabilidad”, alejado de la elección siguiente.

Aunque el presidente del Frente Amplio, Líber Seregni estaba de acuerdo con la reforma e intentó trabajar en ese sentido, para lo cual tenía respaldo en el liderazgo emergente de Danilo Astori, debió enfrentar el rechazo de Tabaré Vázquez. El Plenario Nacional del FA fue de la mano de Vázquez, contrario a la reforma.

El presidente Julio María Sanguinetti y el presidente del Directorio del Partido Nacional, Alberto Volonté, fueron los principales socios de este plan de reforma.

El 15 de octubre de 1996, colorados y blancos votaron la ley constitucional que sería plebiscitada y la consulta popular se hizo el 8 de diciembre. Los votos por Si fueron 1.015.828 y los de rechazo fueron 930.288.

Compromiso nacional

El 31 de octubre de 1999, la fórmula del EP-FA, Vázquez- Nin Novoa fue la más votada (40%) y debió ir a un balotaje con los colorados Batlle-Hierro (32,8%) Los blancos, con Lacalle- Abreu (22,3%), se encaminaron a dar su apoyo a Batlle, sujeto a un acuerdo programático.

Tras la votación, Batlle y Lacalle negociaron sobre condiciones para una coalición.

Para el documento común establecieron 12 puntos: Medidas de carácter social, Crecimiento económico, Comercio, Reducción del gasto, Administración Pública, Poder Judicial, Seguridad pública, Transporte, Descentralización: desarrollo del interior, Defensa Nacional, Educación y Salud.

El documento de acuerdo se llamó “Compromiso para formación de un gobierno nacional”.

El gabinete fue con ministros de los dos partidos.

Al año siguiente, algunos sectores blancos plantearían irse de la coalición pero la mayoría mantuvo el apoyo y coparticipación. En medio de la crisis de 2002, el sector conducido por Jorge Larrañaga insistió en romper la alianza, lo que fue rechazado. En octubre de ese año, el Directorio blanco concretó la salida de ministros, aunque en el Parlamento se mantuvo la votación de leyes para la salida de la crisis.

Familias ideológicas

La alianza se mantendría para las siguientes elecciones. En 2004 no fue necesario el balotaje porque la fórmula frenteamplista Tabaré Vázquez-Nin Novoa ganó en primera vuelta, pero en 2009 volverían a sumar votos blancos y colorados.

Pero en la primera vuelta del 25 de octubre, el Frente Amplio consiguió mayoría en las cámaras, lo que inclinó la cancha a su favor para el balotaje, que fue entre José Mujica-Danilo Astori y Lacalle-Larrañaga.

El acuerdo de los partidos fundacionales se daría con otro Herrera, Luis Lacalle Pou en fórmula con Jorge Larrañaga, con apoyo de los colorados liderados por Bordaberry, pero el balotaje no tendría mayor expectativa porque el Frente Amplio retuvo la mayoría parlamentaria y sacó mucha diferencia a sus adversarios.

Coalición multicolor

El plan de Luis Lacalle Pou para las elecciones de 2019 comprendía el armado de una coalición amplia, para lo cual trabajó en contactos con líderes de los partidos Colorado e Independiente.

Manejó eso en reserva  con paciencia. Y dispuso que su equipotécnico fuera identificando coincidencias entre propuestas programáticas de partidos de oposición.

Faltando un año y algo más para las elecciones internas, el expresidente Julio María Sanguinetti planteó, a los lideres del Partido Nacional Luis Lacalle Pou y Jorge Larrañaga, la posibilidad de hacer una reunión que diera una señal pública de que una coalición era posible para el 2019.

Durante la campaña electoral, Lacalle Pou llevaba a los actos los programas de gobierno de los posibles socios y los mostraba al público y a los medios, mientras sostenía que se caminaba hacia esa alianza.

La misma noche de la elección de primera vuelta, Lacalle Pou se aseguró de que los líderes de los partidos Colorado, Independiente, de la Gente y Cabildo Abierto, manifestaran que para el balotaje apoyaban su candidatura.

El documento Compromiso por el país terminaba con este pronunciamiento: "Nuestra tarea de gobierno ira más allá de los puntos enumerados en este documento. La construcción de acuerdos seguirá adelante, profundizando y especificando otras líneas de acción y nuevas medidas concretas. Lo que queda expresado aquí son los grandes rumbos estratégicos que darán un marco claro y coherente al nuevo gobierno de coalición. Este es nuestro compromiso. Aquí están nuestras certezas. Somos un gobierno fundado en la confianza recíproca y en la cooperación".

Había nacido una experiencia inédita en materia de acuerdos: "la coalición multicolor".