La noche de 12 años no pudo con la avalancha de Roma en los premios Platino

Faltaba menos de dos semanas para los premios Platino y en Montevideo el grupo de uruguayos que viajaría a la Riviera Maya se reunía en las oficinas de Egeda para ultimar detalles. Repasando nominaciones, alguien le mencionó a Mariana Secco, la productora uruguaya de La noche de 12 años, un caso curioso: cada vez que Uruguay tenía una película fuerte y con posibilidades en competencia, había un tanque más grande que arrasaba con los premios. Le pasó a la propia Salado Films, su productora, en 2015. Mr. Kaplan –también de Álvaro Brechner– compitió con la arrolladora y exitosa Relatos salvajes, de Damián Szifrón, que se llevó ocho premios. 

Y este año volvió a suceder. La noche de 12 años, una de las películas uruguayas más exitosas de los últimos tiempos y una firme candidata en la entrega de los Platino con seis nominaciones, tuvo la mala suerte de cruzarse con una pared cinematográfica inflanqueable: Roma, de Alfonso Cuarón.

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La ceremonia comenzó fiel a lo que los Platinos quieren plantear como identidad: una entrega de premios que se pueda equiparar a los Oscar a nivel iberoamericano. Las conexiones estuvieron desde el principio, con menciones explícitas por parte del conductor Santiago Segura, con varias presentaciones en vivo –Raphael, Lali Espósito, Sofía Reyes y hasta una caravana de indígenas mayas que se paseó con papagayos y humo incluido– e incluso con la presencia del propio presidente de la Academia de Hollywood, John Bailey, que entregó el último premio.

Sin embargo, en busca de esa legitimación, los Platino perdieron en la concurrencia de las estrellas. Si bien pasaron por la alfombra roja figuras como Antonio de la Torre, Chino Darín, Maribel Verdú, Yalitza Aparicio, Cecilia Suárez y el propio Segura, fallaron Alfonso Cuarón, Diego Luna o Javier Bardem, todos nominados. Su presencia sin dudas le hubiese dado una relevancia mayor a la noche. 

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Pero volviendo a los premios, si bien no fue un aluvión como el de Relatos salvajes, ya de pique –y mientras los artistas se abanicaban por el calor en el teatro El Gran Tlachco de Xcaret y los periodistas nos acomodábamos en el Media Center tras una agobiante alfombra roja– Roma empezó a ganar. En la primera parte de los premios, la película ganadora del Oscar a mejor película de habla no inglesa se llevó tres Platinos: mejor fotografía, mejor edición de sonido y mejor guion. 

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Mientras la ceremonia seguía y Santiago Segura amenizaba la gala con un repertorio atinado, gracioso y de buen timing –algo podrían aprender los conductores del Oscar– en la sala de prensa el wifi iba y venía para la ira de los periodistas. Después de premios técnicos que se repartieron entre El reino (España) y Pájaros de verano (Colombia), llegó el premio a la Educación en valores, en el que también competía La noche de 12 años. Sin embargo, se lo llevó Campeones, la película española ganadora del último Goya.

En el rubro series, Cecilia Suárez y Diego Luna se llevaron el premio por sus papeles en La casa de las flores y Narcos: México, mientras que la mejor producción fue la española Arde Madrid, de Paco León.

Premios Platino

Y por último, los grandes premios de la noche. Ana Brun, protagonista de la película paraguaya Las herederas y ganadora del Oso de Plata en Berlín, se llevó el Platino a la mejor actuación femenina; Antonio de la Torre ganó por su actuación en El reino, pero se acordó del equipo de La noche de 12 años y le dedicó un pequeño discurso a Uruguay, un país que aseguró haber aprendido a querer. 

El mejor director fue, previsiblemente, Alfonso Cuarón por Roma. Y fue Roma, sin sorpresas, la que coronó la noche con el Platino a la mejor película iberoamericana de ficción. Fueron cinco premios para la película local, una obra de arte que se mereció cada uno de los galardones y que termina su camino con este Platino. Reafirmó, con él, que fue una de las mejores películas del año pasado. 

Si bien La noche de 12 años no logró ningún premio, Uruguay sí consiguió un Platino. Fue para Las herederas –coproducción de Mutante Cine– que se llevó el premio a mejor ópera prima de ficción. Con la productora Agustina Chiarino en el escenario, el cine uruguayo tuvo su representación y se lleva un pedacito de estos premios que, edición a edición, se posicionan como una muestra pesada de lo que el séptimo arte en los países latinos puede alcanzar. 

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