La mayoría de las personas a las que la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, en inglés) de Estados Unidos espió sus comunicaciones eran usuarios comunes de internet, estadounidenses o extranjeros, según reveló el
Washington Post. Puntualmente, solo uno de cada diez eran efectivamente "objetivos" vinculados a temas de seguridad interna del país nortreamericano.
El diario estadounidense procesó durante cuatro meses los documentos que
Edward Snowden, exanalista externo de la NSA, filtró
hace poco más de un año y concluyó que solo 11% eran objetivos de la agencia. Casi la mitad de los documentos de vigilancia contienen nombres, direcciones de internet y otros detalles correspondientes a estadounidenses o residentes. Aunque los analistas de la agencia de seguridad trataron de proteger la privacidad de los usuarios enmascarando esas referencias personales en 65.000 documentos, el Washington Post encontró en los archivos otras 900 direcciones de correo electrónico que no habían sido preservadas.
Sin embargo, el diario señala que los mensajes contienen material de "considerable valor" para los servicios de inteligencia como información secreta sobre un programa nuclear extranjero, "doble juego" de un notable aliado, una desgracia militar que afectó a una potencia enemiga y la identidad de piratas informáticos.
El diario resalta además que meses de seguimiento de las comunicaciones de cuentas con más de 50 alias llevaron a la captura en 2011 en Pakistán del indonesio Umar Patek, miembro de Yemaa Islamiya, el brazo de Al Qaeda en el sudeste Asiático, sospechoso de los atentados de 2002 en Bali.
Otros mensajes, descritos como "inútiles" por los analistas, incluyen
mensajes de amor, encuentros sexuales ilegales, angustia económica, puntos de vista políticos y religiosos, y enfermedades mentales, además de 5.000 fotografías personales.
Espionaje legal e ilegal
El Post revisó unos 160.000 correos electrónicos y mensajes instantáneos, algunos de ellos de cientos de páginas y 7.900 documentos de más de 11.000 cuentas online, recopilados entre 2009 y 2012, durante el primer mandato del presidente estadounidense, Barack Obama.
Por ley, la NSA solo puede marcar como "objetivo" para espiar a ciudadanos extranjeros que residan fuera de Estados Unidos si obtiene una autorización judicial de una corte especial de vigilancia que demuestre una causa probable que lo justifique.
Funcionarios de inteligencia declinaron confirmar o denegar la autenticidad del contenido facilitado por Snowden.
La historia de las filtraciones
El 5 de junio de 2013, Snowden hizo su
primera filtración a la prensa sobre los programas secretos de vigilancia masiva de registros telefónicos y de Internet que mantenía la NSA, que puso en un aprietos al Gobierno de Obama, al dejar al descubierto que se espió a algunos mandatarios extranjeros como la canciller alemana, Angela Merkel.
Snowden reveló que la NSA almacenó mensajes de texto y voz, correos electrónicos y documentos de millones de ciudadanos almacenados en servidores de Google, Microsoft, Facebook y Skype, entre otros.
El exanalista está asilado en Moscú (Rusia) desde el 23 de junio de 2013.